La historia no está mal, pero decir que es un western, es meterlo un poco con calzador para parecer más duro una historia de homosexuales (aunque a mi no me ha quedado claro si lo eran, ni a ellos tampoco). La película esta bien hecha, como era de esperar por su director. Es una historia de amor de dos hombres que se dedican a trabajar de vaqueros, y no tienen claro, sobre todo uno de ellos lo de vivir juntos , en una sosiedad norteamericana de los años setenta. Lo mismo hubiera pasado si fueran albañiles, oficinistas o banqueros.