Media votos
6.1
Votos
3,314
Críticas
181
Listas
6
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de enjoyjessica:
6
6.3
18,692
Drama
Narra la historia real de Louis Zamperini, un joven que, tras participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos para luchar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Cuando el bombardero en el que combatía se estrelló en medio del Pacífico, navegó a la deriva hasta que fue capturado por los japoneses. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2015
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Si tuviera que volver a vivir todo esto, me mataría”. Esas palabras salieron de un Louis Zamperini que ya había dejado atrás pero nunca olvidada toda una vida de película. Es una frase que a simple vista no sorprende, nadie quisiera vivir eso una sola vez siquiera, pero impacta al recordar que toda su vida luchó por sobrevivir, que aún en los momentos más terribles que tuvo que vivir no bajó los brazos, todo para poder regresar a casa con su familia.
Él mismo fue consciente de la historia que implicaba todo lo que había vivido y por eso vendió los derechos de la historia de su vida, que si bien fueron comprados por Universal hace casi medio siglo, el proyecto no vio más luz hasta la publicación del libro de Lauren Hillenbrand, convertido en best seller. Fue por eso que la persona que inspira esta película apenas pudo ver una versión casi terminada, desde la cama del hospital donde estuvo internado antes de fallecer, a mediados del año pasado.
Cuando apareció el proyecto, Angelina Jolie no pudo decir que no. Si bien realizar esta película marcaba un salto importante en su carrera como directora (su película anterior surgió de un guión escrito por ella misma tras mucha investigación, y contó con un bajo presupuesto y la distribución fue casi escasa), se animó a apropiarse de esta superproducción y se comprometió como siempre lo hace con las causas que realmente le interesan. Sintió que era hora finalmente de homenajear al inspirador hombre que fue Louis Zamperini.
Con el libro que da título a la película como base, el guión fue escrito a ocho manos por, entre otros, los hermanos Coen. Trabajo difícil, porque el libro de casi 600 páginas abarca toda la vida de Zamperini, desde su infancia como delincuente juvenil, su paso por las olimpiadas, hasta ser piloto para las Fuerzas Armadas, lo que lo deja a la deriva durante 47 días en el mar para luego ser rescatado por los japoneses que lo someten como prisionero de guerra. Podía haber muchas opciones para contar esta historia. Y sin embargo terminan optando por las partes más impactantes. Es así que ni bien comienza la película vemos a Zamperini ser testigo de la muerte de amigos suyos en el aire haciendo de piloto. Momento clave además para descubrir a una Angelina más madura en cuanto a dirección se trata, capaz de crear secuencias de acción a la altura de toda superproducción. También se luce la fotografía del reconocido Roger Deakins, uno de los pocos nominados al Oscar con esta película, a simple vista tan típica de la temporada de premios, pero totalmente olvidada.
Mientras está en el aire, empiezan a introducirse flashbacks de un Zamperini más pequeño. Aparecen indicios de su delincuencia juvenil, y luego su hermano, figura clave para que Louis se convirtiera en el corredor olímpico que fue. Pero estos flashbacks comienzan a hacerse rápidamente redundantes en esta primera parte, y se comienza a apelar a frases hechas, que suenan a un slogan: “Si puedes soportarlo, puedes lograrlo”. “Un momento de dolor vale toda una vida de gloria”.
(continúa en spoilers por falta de espacio)
Él mismo fue consciente de la historia que implicaba todo lo que había vivido y por eso vendió los derechos de la historia de su vida, que si bien fueron comprados por Universal hace casi medio siglo, el proyecto no vio más luz hasta la publicación del libro de Lauren Hillenbrand, convertido en best seller. Fue por eso que la persona que inspira esta película apenas pudo ver una versión casi terminada, desde la cama del hospital donde estuvo internado antes de fallecer, a mediados del año pasado.
Cuando apareció el proyecto, Angelina Jolie no pudo decir que no. Si bien realizar esta película marcaba un salto importante en su carrera como directora (su película anterior surgió de un guión escrito por ella misma tras mucha investigación, y contó con un bajo presupuesto y la distribución fue casi escasa), se animó a apropiarse de esta superproducción y se comprometió como siempre lo hace con las causas que realmente le interesan. Sintió que era hora finalmente de homenajear al inspirador hombre que fue Louis Zamperini.
Con el libro que da título a la película como base, el guión fue escrito a ocho manos por, entre otros, los hermanos Coen. Trabajo difícil, porque el libro de casi 600 páginas abarca toda la vida de Zamperini, desde su infancia como delincuente juvenil, su paso por las olimpiadas, hasta ser piloto para las Fuerzas Armadas, lo que lo deja a la deriva durante 47 días en el mar para luego ser rescatado por los japoneses que lo someten como prisionero de guerra. Podía haber muchas opciones para contar esta historia. Y sin embargo terminan optando por las partes más impactantes. Es así que ni bien comienza la película vemos a Zamperini ser testigo de la muerte de amigos suyos en el aire haciendo de piloto. Momento clave además para descubrir a una Angelina más madura en cuanto a dirección se trata, capaz de crear secuencias de acción a la altura de toda superproducción. También se luce la fotografía del reconocido Roger Deakins, uno de los pocos nominados al Oscar con esta película, a simple vista tan típica de la temporada de premios, pero totalmente olvidada.
Mientras está en el aire, empiezan a introducirse flashbacks de un Zamperini más pequeño. Aparecen indicios de su delincuencia juvenil, y luego su hermano, figura clave para que Louis se convirtiera en el corredor olímpico que fue. Pero estos flashbacks comienzan a hacerse rápidamente redundantes en esta primera parte, y se comienza a apelar a frases hechas, que suenan a un slogan: “Si puedes soportarlo, puedes lograrlo”. “Un momento de dolor vale toda una vida de gloria”.
(continúa en spoilers por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La segunda de las partes en las que podría estar dividida la película, tiene a Zamperini y dos de sus compañeros en una balsa a la deriva en alta mar. Mientras en el libro este trayecto dura un par de cientos de páginas, hasta el punto de tornarse reiterativo y tedioso el relato, acá se opta por contar sólo unos pocos de esos más de 40 días que estuvieron perdidos, y mucho ayuda el elenco que acompaña a Jack O’Connell, el encargado de interpretar a su protagonista. Domhnall Gleeson (a quien ya vimos en películas como About time y Frank) y Finn Wittrock (el temible Dandy de la última temporada de American Horror Story) interpretan a Phil y Mac, con quienes Louis comparte sus conocimientos de supervivencia, momentos de reflexión y distrae para no terminar locos. Por suerte, a esta parte que podría convertirse tediosa en la película, se la lleva mejor de lo esperado.
Pero como a Louis Zamperini las cosas en la vida le costaron, y cuando parecía que algo le salía bien, luego aparecía algo peor, es que cuando por fin es rescatado del mar, lo es por los japoneses quienes lo toman como prisioneros de guerra. Pasa por varios campos de prisioneros pero sin duda los momentos que más le afectaron fueron aquellos en los que estuvo a cargo el cabo, luego promovido a sargento, Watanabe, apodado “El Ave”, interpretado acá por el músico Miyavi en su debut cinematográfico. Este hombre, desde el primer momento en que lo ve a Louis, se empecina en que lo pase muy mal, porque, si bien en la película queda poco claro, lo enerva su fortaleza, y todo el tiempo lo pone a prueba esperando finalmente quebrarlo.
Este es el momento de la película en que mayor hincapié se hace, dejando en evidencia siempre el instinto de supervivencia que tiene Zamperini en todo momento. Lamentablemente, se prefiere apelar a las escenas más fuertes, que, por ejemplo, a retratar el compañerismo que se crea entre los prisioneros, o incluso a desarrollar un poco más la patología de “El Ave”.
Y al final suceden varias cosas. Una, es que no logra generar la emoción buscada (con excepción de cuando aparece en escena el verdadero Zamperini, quizás). Otra, que al quedar afuera lo que sucede en los posteriores momentos de la vida de Louis, la resolución se da rápidamente y se recurre a varias placas que en general terminan aportando apenas detalles. Pero por otro lado, nunca se podría abarcar todo lo que le sucedió a Zamperini (porque al escribir que cuando parecía que algo iba bien, luego algo malo le pasaba no miento, y se podría hacer otra película con esa parte de la historia que queda afuera) en una sola película. Y una de las omisiones mejor decididas es a la que acá se hace referencia mencionando lo espiritual. Si la película terminaba como el libro, ésta se hubiese parecido demasiado a una salida del canal Hallmark.
Resumiendo, el trabajo que hace Angelina Jolie en esta película está bastante bien, pero todavía se nota que necesita terminar de pulirse. Si bien tiene a Clint Eastwood (con quien trabajó ella en Changeling) como influencia, todavía no termina de desarrollarse como cineasta. Pero nadie puede negar el compromiso con el que Angelina encara sus proyectos y acá la admiración que siente por Zamperini, a quien definió como “un verdadero héroe, y un hombre de una inmensa humanidad, fe y coraje”, está plasmada claramente.
visiondelcine.com
Pero como a Louis Zamperini las cosas en la vida le costaron, y cuando parecía que algo le salía bien, luego aparecía algo peor, es que cuando por fin es rescatado del mar, lo es por los japoneses quienes lo toman como prisioneros de guerra. Pasa por varios campos de prisioneros pero sin duda los momentos que más le afectaron fueron aquellos en los que estuvo a cargo el cabo, luego promovido a sargento, Watanabe, apodado “El Ave”, interpretado acá por el músico Miyavi en su debut cinematográfico. Este hombre, desde el primer momento en que lo ve a Louis, se empecina en que lo pase muy mal, porque, si bien en la película queda poco claro, lo enerva su fortaleza, y todo el tiempo lo pone a prueba esperando finalmente quebrarlo.
Este es el momento de la película en que mayor hincapié se hace, dejando en evidencia siempre el instinto de supervivencia que tiene Zamperini en todo momento. Lamentablemente, se prefiere apelar a las escenas más fuertes, que, por ejemplo, a retratar el compañerismo que se crea entre los prisioneros, o incluso a desarrollar un poco más la patología de “El Ave”.
Y al final suceden varias cosas. Una, es que no logra generar la emoción buscada (con excepción de cuando aparece en escena el verdadero Zamperini, quizás). Otra, que al quedar afuera lo que sucede en los posteriores momentos de la vida de Louis, la resolución se da rápidamente y se recurre a varias placas que en general terminan aportando apenas detalles. Pero por otro lado, nunca se podría abarcar todo lo que le sucedió a Zamperini (porque al escribir que cuando parecía que algo iba bien, luego algo malo le pasaba no miento, y se podría hacer otra película con esa parte de la historia que queda afuera) en una sola película. Y una de las omisiones mejor decididas es a la que acá se hace referencia mencionando lo espiritual. Si la película terminaba como el libro, ésta se hubiese parecido demasiado a una salida del canal Hallmark.
Resumiendo, el trabajo que hace Angelina Jolie en esta película está bastante bien, pero todavía se nota que necesita terminar de pulirse. Si bien tiene a Clint Eastwood (con quien trabajó ella en Changeling) como influencia, todavía no termina de desarrollarse como cineasta. Pero nadie puede negar el compromiso con el que Angelina encara sus proyectos y acá la admiración que siente por Zamperini, a quien definió como “un verdadero héroe, y un hombre de una inmensa humanidad, fe y coraje”, está plasmada claramente.
visiondelcine.com