Lo de eliminar tan pronto a la diva femenina (que sale en el cartel y es encarnada por una intérprete de renombre) sorprende, pero pensandolo bien, sin ese giro no habría desgracia posible que redimir. Está bien, pero la película es demasiado plana como para generar alguna emoción. Suena todo a tan visto y resabido que si no hay nada realmente emocionante que aportar: algún matiz psicológico más allá del caprichoso asedio de un maloso y sus consecuencias, esto es delirio posterior (consternación y alcohol nunca pueden faltar) y resurrección con la sempiterna venganza de rigor. El problema es que no debe de sonar aburrido pero vaya si lo es, en este estirado e innecesario relato, Fuqua subraya las aristas del cine más comercial, en el que todo es fachada, cansino tópico y mucho mamoneo aburrido, en lo que no consigue firmar siquiera una buena película de boxeo.

Al menos cuando salía Rachel la cosa funcionaba como drama de una pareja moderna con dificultades. Al morir ella murió también todo encanto del filme y eso que insisto que Forest es el mejor del filme. ¿Un ejemplo de lo mierda que es esta película? Llega el final, el papi gana el combate, le devuelven del todo a la niña y Forest, después de tanto rollo todo ese tiempo como que sobraba en la escena. "Bueno, yo creo que aquí ya no pinto nada, no?" "Claro, ahí esta la puerta, Forest."