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Voto de El Extranjero :
6
7.4
62,021
Drama
En una ciudad costera del norte de España, a la que el desarrollo industrial ha hecho crecer desaforadamente, Santa (Bardem) y otros afectados por la reconversión recorren cada día las calles, buscando salidas a su situación precaria. Son funambulistas de fin de mes, sin red y sin público, sin aplausos al final; viven en la cuerda floja del trabajo precario y sobreviven gracias a sus pequeñas alegrías y rutinas. (FILMAFFINITY)
28 de junio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se pasan media película empinando el codo, macho.
Lo del partido... Si ya sabéis que no vais a ver nada ¿pues a qué váis?
Algunos diálogos y situaciones me parecen algo idiotas, pero en líneas generales en esta revisión la he vuelto a encontrar entretenida. Más que empatizar por sus problemas me estimula más encontrar de lo que reírme. Y algo de eso he hallado.
Lo del partido... Si ya sabéis que no vais a ver nada ¿pues a qué váis?
Algunos diálogos y situaciones me parecen algo idiotas, pero en líneas generales en esta revisión la he vuelto a encontrar entretenida. Más que empatizar por sus problemas me estimula más encontrar de lo que reírme. Y algo de eso he hallado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-Las caras de asesino que pone el desencantado Tosar. Antes de que pasara a ser lo suficientemente querido y popular para el gran público como para hacer anuncios, era habitual verlo papel de tipo rudo, seco, brusco, primario, parco en palabras, inexpresivo, aquejado de
una calvicie precoz que sumado a todo lo anterior le daba un aspecto de tío poco formado por no decir que algo cortito o limitado. Hablo de películas como "Te doy mis ojos", "La flaqueza del bolchevique" o "Casual Day". Clava el registro y me hace reír, de lo lograda que está la caracterización.
-Bardem tiene un personaje algo desagradable e hipócrita, de persona que trata de situarse por encima de los demás y de ser el centro de atención. Sutilmente altanero, poseedor de un orgullo herido, no desperdicia la oportunidad de dejar en un lugar inferior a los demás (como cuando están en la casa donde está cuidando al crío y se da aires de importancia, recalcando que fue él el que los ha traído -le faltaba añadir que le tenían que rendir pleitesía-). Y a pesar de no tener un duro seduce a las mujeres debido a esa faceta de chulito hijo de puta y de echarle cara a la vida. Pero como digo se disfruta porque el trabajo del actor se hace muy ameno de contemplar. Me ha hecho gracia cuando le está leyendo al niño que cuida el cuento de 'La cigarra y la hormiga' y tal es su indignación con lo que lee, que en lo que cierra el libro de un portazo se pregunta bruscamente, ¿pero quién ha escrito esto?
-La entrevista de Tosar por el crédito muy buena también, cuando se enfrenta a Morris. La mujer se lo achaca al vaso de whisky que vio antes sobre la mesa.
-Cuando Tosar le está explicando a su mujer qué es lo que le habría podido pasar al alcoholizado y abandonado Amador (Celso Bugallo), especula con un posible suicidio (antes de que te abandonen a los sesenta es mejor haberse acostumbrado a estar solo parte de/toda la vida, pues ahí ya el abandono sobrevenido no te podrá destruir o al menos no de esa manera), desarrolla su hipótesis de una manera bastante elocuente, hasta que vira bruscamente a la posibilidad de muerte accidental. Y lo hace con un desapego, con una ligereza, en plan qué más dará si el resultado es el mismo, que también me ha hecho bastante gracia.
Otra cosa a comentar es que me gusta el deprimente aspecto de esa miseria que narra la película, es lo suficientemente realista como para meterte en el contexto; esos bloques depauperados de viviendas obreras, pintarrajeadas y hechas un asco, ese bar de barrio que transmite cercanía, los apartamentos antiguos y modestos. Hoy en día cuando en el cine español se habla de problemas económicos se frivoliza/parodia el tema hasta el paroxismo; no hay posibilidad de tomárselo en serio, todas esas comedias, o bien si el enfoque pretende ser más dramático la mayoría de las veces tiene que ser (por necesidad) tan reivindicativo, tramposo, manipulador, estridente y desgarrador con la intención de hacer llorar o situar ideológicamente al público a cualquier precio, a la fuerza, que el resultado es demasiado aleccionador, imposible de tragar y desagradable como para pasártelo bien.
No entro a valorar la credibilidad de los argumentos, lo que te cuentan aquí será otra trola, pero lo que puedo decir es que algunos dramas sociales patrios de los últimos años los he tenido que quitar a los diez minutos porque sentía que ya había tenido suficiente y no veía la necesidad de pasarme otra hora y media de mal rato. Y 'Los lunes al sol' se me ha pasado en un suspiro.
Prefiero más esta sosegada naturalidad cotidiana que presenta el cine social español de los 90/00.
una calvicie precoz que sumado a todo lo anterior le daba un aspecto de tío poco formado por no decir que algo cortito o limitado. Hablo de películas como "Te doy mis ojos", "La flaqueza del bolchevique" o "Casual Day". Clava el registro y me hace reír, de lo lograda que está la caracterización.
-Bardem tiene un personaje algo desagradable e hipócrita, de persona que trata de situarse por encima de los demás y de ser el centro de atención. Sutilmente altanero, poseedor de un orgullo herido, no desperdicia la oportunidad de dejar en un lugar inferior a los demás (como cuando están en la casa donde está cuidando al crío y se da aires de importancia, recalcando que fue él el que los ha traído -le faltaba añadir que le tenían que rendir pleitesía-). Y a pesar de no tener un duro seduce a las mujeres debido a esa faceta de chulito hijo de puta y de echarle cara a la vida. Pero como digo se disfruta porque el trabajo del actor se hace muy ameno de contemplar. Me ha hecho gracia cuando le está leyendo al niño que cuida el cuento de 'La cigarra y la hormiga' y tal es su indignación con lo que lee, que en lo que cierra el libro de un portazo se pregunta bruscamente, ¿pero quién ha escrito esto?
-La entrevista de Tosar por el crédito muy buena también, cuando se enfrenta a Morris. La mujer se lo achaca al vaso de whisky que vio antes sobre la mesa.
-Cuando Tosar le está explicando a su mujer qué es lo que le habría podido pasar al alcoholizado y abandonado Amador (Celso Bugallo), especula con un posible suicidio (antes de que te abandonen a los sesenta es mejor haberse acostumbrado a estar solo parte de/toda la vida, pues ahí ya el abandono sobrevenido no te podrá destruir o al menos no de esa manera), desarrolla su hipótesis de una manera bastante elocuente, hasta que vira bruscamente a la posibilidad de muerte accidental. Y lo hace con un desapego, con una ligereza, en plan qué más dará si el resultado es el mismo, que también me ha hecho bastante gracia.
Otra cosa a comentar es que me gusta el deprimente aspecto de esa miseria que narra la película, es lo suficientemente realista como para meterte en el contexto; esos bloques depauperados de viviendas obreras, pintarrajeadas y hechas un asco, ese bar de barrio que transmite cercanía, los apartamentos antiguos y modestos. Hoy en día cuando en el cine español se habla de problemas económicos se frivoliza/parodia el tema hasta el paroxismo; no hay posibilidad de tomárselo en serio, todas esas comedias, o bien si el enfoque pretende ser más dramático la mayoría de las veces tiene que ser (por necesidad) tan reivindicativo, tramposo, manipulador, estridente y desgarrador con la intención de hacer llorar o situar ideológicamente al público a cualquier precio, a la fuerza, que el resultado es demasiado aleccionador, imposible de tragar y desagradable como para pasártelo bien.
No entro a valorar la credibilidad de los argumentos, lo que te cuentan aquí será otra trola, pero lo que puedo decir es que algunos dramas sociales patrios de los últimos años los he tenido que quitar a los diez minutos porque sentía que ya había tenido suficiente y no veía la necesidad de pasarme otra hora y media de mal rato. Y 'Los lunes al sol' se me ha pasado en un suspiro.
Prefiero más esta sosegada naturalidad cotidiana que presenta el cine social español de los 90/00.