La idea principal que transmite la película es que en realidad nada en esta vida tiene la importancia que le damos, que no hay que arrepentirse de nada y hacer aquello con lo que más se disfruta. Otra reflexión de suma dureza es la inclinación a la soledad como el mejor estilo de vida posible, conclusión asumida a una edad bastante temprana.

La figura de la madre como lo realmente único memorable de una vida casi entera vivida, ni los flirteos juveniles ni el fracaso en el amor resultan relevantes. El entorno y las circunstancias condicionan el carácter y la manera de ver la vida de los hombres, aquí tenemos un posicionamiento progresista en todos los aspectos: político (el rechazo a la ominosa dictadura no deja otra alternativo), económico (el capitalismo, visto como la causa de la precariedad económica), educativo (libertad que se le otorga al hijo para encontrarse a sí mismo en la vida y no meterle presión para que haga una cosa o la otra, -el mismo planteamiento también lo vimos en 'Martín (Hache)', con idéntico actor, por cierto-) y sentimental (madura e impensable en estos tiempos reacción de Guido al enterarse de que su amigo era el amante de su pareja, con la que mantenía una relación inestable, 'alguno tendría que ser', dijo, no obstante tiempo después cuando los dos amigos se vuelven a ver, Guido le manifiesta que ambos habían rehecho con éxito sus vidas por distintos caminos, cuando lo que predomina es atarse a ciertas personas pues de lo contrario la sensación de abandono es inaplacable).

Cine respetable al margen de las predilecciones (morales, políticas, etc.) de cada uno, interesante y conmovedor, aunque hay tramos en los que pueda resultar algo denso (el acto intermedio) pero que resurge en el tercio final (Sacristán impagable en cada aparición, sarcástico, amargo y algo pedante, fulmina al espectador con sus aceradas réplicas y comentarios cual estuviera improvisando). Llena de constantes referencias culturales, algunas satíricas, da la puntual impresión de que al autor le pierden las intenciones, y lo digo como característica entrañable, pues dota a sus jóvenes personajes de una hondura cultural encomiable hasta para muchos adultos.