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Voto de El Extranjero :
2
6.8
1,388
Drama. Intriga. Thriller
París, 1942. A pesar de la ocupación de Francia por los nazis, Robert Klein (Alain Delon), un hombre pragmático y desprovisto de ideales, lleva una existencia feliz y despreocupada: tiene un hermoso apartamento, una amante y un negocio floreciente. Los problemas surgen cuando la policía lo busca, sospechando que es judío. Robert acaba averiguando que existe otro señor Klein, de origen judío, con quien podría ser confundido. (FILMAFFINITY) [+]
27 de noviembre de 2020
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delon se autoproduce, y recientemente afirmó que considera esta su mejor película, que no obstante no me parece una buena intriga porque es abstracta...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... y no da una resolución satisfactoria al misterio. No tiene ningún sentido y sí, podrá ser una crítica demoledora al Holocausto, pero la única lectura sensata que se me ocurre es que ese es el castigo que le ha impuesto la vida a Delon de encontrar decente la ley de persecución de los judíos, como él mismo manifestó en un momento del filme, 'pero que a él no le afectaba'. La película tiene una referencia en el que un personaje que viene a decir algo estilo a: la indiferencia frente a una brutalidad equivale a cometerla. Creo que la referencia está más que clara. El desenlace es poético, la película se cierra con el plano del hombre judío (que se encontraba justo detrás de Delon en ese maldito tren, destino a la muerte) del que Delon se había aprovechado comprándole un cuadro a bajo precio ante su necesidad, con el diálogo de la dicha negociación reproduciéndose. ¿El significado es que Klein estaba cosechando sus frutos, compartiendo destino irónicamente con aquel de quien por encima estuvo y se creyó? Hasta la despedida que le brindó aquel hombre a Klein al comienzo de la película resulta siniestra, porque es como si hubiese tenido el efecto de una maldición en la vida de este. Pero la película me irrita con la matemática sucesión de infortunios inexplicables que le van sucediendo a Klein y que no hallan explicación, la carta que lo salvaba viene justo en el momento en el que ya no hay vuelta atrás, el verdadero judío es secuestrado por las autoridades, no sabemos quien es, por qué no se puso en contacto antes con Delon, qué le terminó pasando, y lo más importante, cómo organizó estas trampas al bueno de Delon. Si al menos esta incógnita se hubiera resuelto y los espectadores hubiésemos visto y comprendido el proceso llevado a cabo por ese hombre esquivo e invisible que sabemos que existe porque oímos su voz, pues consideraría mejor a esta película. No obstante la vida muchas veces funciona del mismo modo, a través de sucesiones de situaciones a las que no se les logra encontrar una justificación razonable, pero no le voy a dar méritos a esta película porque basa su solidez narrativa en sabotear de cualquier forma imaginaria a Delon, sin dar ninguna respuesta y con el pretexto de todo vale. La primera media hora me pareció genial y la caracterización de Delon en general me encantó, pero desde que Delon toma el tren encontré la película más densa y vi que las piezas que arrojaba el guión empezaban a ser demasiado confusas y que no había por donde cogerlas, así como tampoco puedo decir que ningún giro posterior me haya gustado especialmente. Me gustan mucho los toques simbólicos en las películas de misterio, pero no que el simbolismo lleve a cuestas el peso de toda la trama hasta el punto de hacer insignificantes los acontecimientos reales, o que estos en realidad sean una excusa para transmitir una idea. Para eso no uses la forma de un planteamiento convencional, porque me estás engañando.