Lo peor de todo es que el único que fue honesto con él, le ayudó de verdad, sin hacerle ningún daño y no le pidió nada a cambio fue el personaje de José Sancho (que es al único al que da gusto ver) y es al único al que Alterio agrede. José incluso le perdonó la primera vez que lo agredió, lo cual en un personaje tan peligroso es digno de reseñar, sin embargo Alterio volvió a la carga de nuevo e increíblemente Sancho no lo mató. Intuyo que todo esto lleva la pretensión de un mensaje buenista, y no. No es que yo haga apología de la violencia, pero lo que se está contando lo encuentro falso e infumable.

Y para dejar la cosa en todo lo alto: "Papá, no quiero nada tuyo pues cualquier cosa que me puedas dar me haría parecerme a tí". Y nada, al tipo lo han apaleado, robado, encarcelado, engañado, jodido vamos, y no pasan ni dos minutos desde que por fin embarca para regresar a España (lo que tanto estaba anhelando, recordemos) y ya está pensando en volver algún día. ¿Vosotros lo veís normal? Eso sí la canción mola, por eso cuando la película acaba a uno se le queda momentáneamente la sensación de que acaba presenciar algo de fuerte calado emocional, pero va a ser que no.