7años es la primera película española estrenada en Netflix y no podía empezar con mejor pie. El habitual recurso de situar a unos pocos personajes en un lugar cerrado y proponer un conflicto lo hemos podido ver con anterioridad en bastantes películas. Por tanto, para destacar hay que tener especial cuidado con el guión y los diálogos para atrapar al espectador en el juego. Aquí se consigue al centrar su historia en una empresa salpicada por su irregular fiscalidad y en los conflictos laborales/personales que surgen entre sus dueños al decidir quién va a la cárcel. Aunque tiene algún momento didáctico que le quita un punto de realidad, la estupenda actuación de los actores en cada uno de sus roles y una puesta en escena que nos hace olvidar que está rodada en una única localización lo compensan con creces.