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España España · Logroño
Voto de _mimo_:
7
Fantástico. Comedia. Infantil Charlie Bucket (Freddie Highmore), un niño muy bueno de una familia muy pobre, gana un concurso para disfrutar de una visita de un día a la gigantesca fábrica de chocolate del excéntrico Willy Wonka (Johnny Depp) y su equipo de Oompa-Loompas. Cuatro niños más de diferentes partes del mundo lo acompañarán a través de un mundo fantástico y mágico lleno de diferentes sabores.
12 de octubre de 2005
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leí este libro de pequeña. Me encantaba el modo en que Roal Dahl perfilaba sus personajes. A pesar de ser un escritor enfocado al público infantil poseía cierto matiz irónico en cada uno de sus relatos. Pasó el tiempo, crecí, y no encontré conexión con Tim Burton hasta que llegó a mis oídos que había decidido embarcarse en la adaptación al cine de esta novela. Entonces supe que se iba a “cocer” algo grande. Tim Burton enmascara en cada relato infantil algo complejo, irónico, tal y como hizo en “Pesadilla antes de Navidad”. Encontramos varias similitudes con esta otra película: los decorados, de brillantes colores y retorcidas formas que a la vez resultan fantasmagóricas. O los personajes, unos protagonistas despreocupados por lo que pueda pasarles a todos los egoístas e intolerantes acompañantes en la historia. Sin embargo el relato también va provisto de una metáfora final llena de amor y hasta rozando la cursilería a modo de un correcto cuento de navidad. Tim Burton es sin duda un maestro para unir estas dos cosas: entrañabilidad y macabrería.

Y hay que hacer una mención especial a Johnny Deep, fabuloso actor que puede meterse en el papel de un seductor un día, y al día siguiente crear un personaje tan peculiar como éste. Sin duda él vuelve a ser el protagonista. Aunque nada hubiera sido lo mismo sin aquellos personajillos diminutos que le ponen banda sonora a los paisajes. Roal Dahl era experto en componer las letras de las canciones para sus libros, llenas de encubierta mala leche e ironía. Y la manera en que Tim Burton recrea cada una de ellas, construyendo un espectáculo musical por instantes, no podía haber sido más acertada. Los Umpa-Lumpas arrancan más de una sonrisa al espectador, que comienza frunciendo el ceño y acaba acostumbrándose a estos curiosos hombrecillos cantarines.

En resumen, esta es una historia para niños, para mayores y para cinéfilos que pueden encontrar una maravilla más encubierta en sus coloridos decorados. Algo con sabor agridulce, como el chocolate, que no disgusta a nadie, aunque a algunos les cueste más que a otros digerir este pequeño gran mundo soñado.
_mimo_
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