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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Documental Cuenta la historia del grupo The Band, un grupo que pasó de telonear a Bob Dylan a convertirse en una de las bandas más influyentes de su época. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo mejor que uno puede decir de The Band es invitar a escuchar su música. Uno los conoció, musicalmente hablando se entiende, cuando ya se despedían. Primero en directo con la actuación en el 76 en el Winterland Ballroom en San Francisco el día de Acción de Gracias magnificada si cabe por el testimonio documental que dejó para la historia un Scorsese en plenitud (no se lo pierdan). Un año después se editaría su último trabajo de estudio "Island", referencia destacada en mi discoteca particular que el viento del tiempo y las mudanzas se llevaron como la película de Scarlata O´hara. Luego vendría la primera edición pasada por el cedazo de Robertson de "Las cintas del sótano" junto a Dylan. Hubo una nueva edición más completa en el 2014 pero servidor ya andaba en otro mundos.

Se suele decir que las cosas no son como exactamente fueron sino como las recordamos o las queremos recordar, aparte de aquello de que la historia la escriben los vencedores o los que siguen vivos. Desgraciadamente en este cristal con que mira la realidad Robbie Robertson, tres de sus "hermanos" ya han fallecido y no pueden enmendarle la plana y no he encontrado ni el más mínimo comentario al respecto de Garth Hudson el otro miembro que aún vive y colea sobre esta mirada nostálgica de Robertson sobre el grupo del que en mayor o menor medida estuvo al frente como compositor principal. Es evidente sin embargo que fue el talento conjunto de todos sus miembros quien les hizo ser lo que fueron, aunque quedaran un poco al margen de la historia o se les recuerde como "el grupo de Dylan" que lo acompañó en su travesía del desierto cuando decidió "electrificar su acústica".

Daniel Roher se pone al servicio de un Robertson que nunca suelta las riendas. Se liman los problemas y las asperezas sobre todo en la segunda parte y Robertson/Roher prefieren acordarse de lo bueno y pasar de puntillas y con condescendencia en lo malo. Si uno acepta el color del cristal que aplica Robertson puede disfrutar. Sobre todo de la música de un grupo irrepetible. 

cineziete
ELZIETE
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