Es inevitable para cualquier buen aficionado el que se venga a la memoria "Tabú" aquella joya de 1931 que firmó Mornau como su última película con la inestimable colaboración del maestro documentalista Flaherty. Y aunque "Tabú" ha cumplido 87 años aún le saca varios cuerpos de distancia a esta loable propuesta australiana de Dean y Butler. Algunos puntos en común, la historia de amor prohibido por las tradiciones, las tierras exóticas del Pacífico Sur donde transcurren y un plantel de actores no profesionales, en este caso las gentes de Yakel que se interpretan a sí mismos consiguiendo una fusión entre documental y ficción realmente acertada. Los intérpretes protagonistas aportan credibilidad, con una niña sorprendente, a unos hechos que parece ser ocurrieron en la realidad.  

Así pues el aspecto etnográfico y el desarrollo de la ficción van de la mano acompañados de una mágnifica fotografía de la que los directores a veces abusan con planos tan estéticos que rozan el folleto de viajes por mucho que la realidad y la naturaleza sean así de estupendos. Tampoco ayuda una bso new age innecesaria y que nos saca de ese paraíso cuya riqueza sonora sería más que suficiente para enmarcar el drama que nos narra.
Primera película australiana nominada a los Oscars como mejor película habla no inglesa.
Un drama universal y emotivo que se repite a través de los siglos y las culturas de todo el mundo. Hay una parte de la poesía de "Tabú" en "Tanna". Y eso ya es mucho.

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