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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
10
Drama Un tiránico y manipulador productor de cine (Kirk Douglas), que ha caído en desgracia, pide ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que tienen sobradas razones para detestarlo. Los tres le reprocharán su falta de escrúpulos para alcanzar el éxito sin reparar en las personas a las que traicionaba o engañaba.
30 de julio de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Autentico compendio y pasión por el cine. Ese cine que daba sus últimas grandes cosechas ante la inevitable carcoma de la televisión que no podía ser erradicada ni con el CinemaScope y que al final acabó con el sistema de estudios donde productores como el que representa Douglas en el film eran quienes de verdad cortaban el bacalao o en este caso el celuloide. Auténticos dictadores-embaucadores-autores en mayor o menor medida en cada una de sus facetas llevaron las riendas de una época dorada tan llena de luces y sombras como el mejor noir.

Minnelli, minusvalorado por cierta parte de la crítica, abandona momentáneamente los musicales y el derroche de color y nos deja para la historia una ejemplar síntesis homenaje a todo ese mundo del celuloide donde por mucho que alguien quiera todo el protagonismo siempre será un trabajo de equipo en el que estrellas y directores son el fulgor externo de un interior mucho más complejo que los hace brillar. Ese mismo equipo que en una de las escenas memorables (y tiene muchas) se convierte en espectador embelesado de su propio trabajo.

El autohomenaje con múltiples guiños y referencias a personajes reales del mundo del celuloide, sus formas de trabajo y manías es florido y variado empezando por el propio productor de la película John Houseman aunque el retratado por Douglas sea en mayor medida David O. Selznick.

Cínica y despiadada expone con toda su crudeza que el show, la película, deben continuar por encima de todo y de todos y que su proceso de creación es una fiebre cercana a la locura que puede terminar en el éxito o el fracaso más absoluto pero del que uno queda envenenado para siempre. Minnelli impone un ritmo magistral donde cada una de las tres historias contadas en flashback siempre empujan hacia adelante y nunca se ven lastradas porque ya conozcamos de antemano el destino de los personajes. Los arquetipos (actores, directores, guionistas, productores) y sus características principales no son todos los que están pero son sin lugar a dudas la encarnación de los más relevantes que conformaron el Hollywood dorado.

Cada una de sus escenas no tiene desperdicio en el guión oscarizado de Charles Schnee sobre la historia corta original de George Bradshaw "Tributo a un mal hombre". Titulo original que fue sustituido por "El malo y la bella" con fines propagandísticos dado que en ese momento Lana Turner era la estrella de la MGM. Quizás el único error de la cinta aunque implícitamente también reflejaba ese modo de hacer las cosas en los grandes estudios.

El reparto no deja lugar a fisuras con un Minnelli que supo moderar a Douglas y potenciar a Lana Turner (en la propia película en un rizar el rizo se ve algo de esto) y en el que Gloria Grahame se llevo el Oscar a la mejor secundaria con el récord de menos minutos en pantalla (9 m. 32 seg.) que mantuvo hasta 1976. Aunque servidor se lo habría dado a Jean Hegen por "Cantando bajo la lluvia". Minnelli, injustamente, ni siquiera fue nominado aún reconociendo que el nivel de ese año en la dirección era apabullante.

El talento del equipo de producción artística también se llevó su cosecha de estatuillas que por cierto aparecen por primera vez en pantalla en la película.

Para los amantes de las listas de "las mejores de...", siempre hay que reservar un hueco para "Cautivos del mal".
ELZIETE
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