Cuando una obra, sea en el formato que sea, alcanza un status de culto y define una generación en su propio arte, es porque ha tenido un manejo y cierta sensibilidad en su tratamiento de temas. Por lo mismo, si se quiere adaptar esa obra a otro medio, se tiene que hacer con la dignidad suficiente, pero sobretodo a sabiendas de la responsabilidad que se carga a cuestas, no solo para darle en el gusto a la crítica de escritorio, si no para fortalecer el legado y trascendencia que se pretendía originalmente.
Esta película de animación podría considerarse imprudente y una falla en ejecución, sin caer en purismos, mezcla lo aparecido en el comic de Killing Joke (1988?) con una historia romántica de Batman y Batgirl terminando en una receta que no cuaja bien.
Si se mira con detalle, el comic posee una forma muy interesante para ser adaptado pero no se aprovechó nada, que es la forma en las puertas sirven como puente entre la historia de origen del Joker y el enfrentamiento simbólico y a estas alturas también simbiótico, entre Batman y el payaso. Sumado eso a la forma en que la animación fue llevada a cabo perdiendo mucho de lo gráfico y hasta explícito del material de origen, suavizando sin querer lo siniestro, sombrio y tenso de la historia que se buscaba contar.
En términos simples: mal intento y resultado final bastante mediocre