La acción arranca en 1941, cuando Mijail Kalashnikov, un joven suboficial de carro de combate (y aficionado a las armas de fuego desde pequeño), es herido en Briansk (Rusia). Kalashnikov, durante un encuentro fortuito cuerpo a cuerpo, se percata de la desventaja del armamento soviético frente al alemán. Desde ese momento comienza a pensar en la construcción de un fusil que sea sencillo y preciso. Para ello deberá sortear varias dificultades, desde simples prejuicios hasta el propio aparato político bolchevique. El ejército rojo también se encuentra inmerso en el desarrollo de un arma que pueda sustituir al viejo y anticuado PPSh-41.

De permiso tras su hospitalización, y convertido en narrador de la historia, Kalashnikov decide sacrificar su regreso a casa por el noble objetivo de derrotar a los nazis, lo cual comunica a su madre mediante apenadas cartas. Su rápido ascenso se inicia en la estación de trenes de Matai y en Alma-Ata (Kazajistán). Gracias a una sucesión de intereses en la escala de mando [Basarov (Seydulla Moldakhanov), Kazakov (Maksim Bityukov) y Kurbatin (Vitaliy Khaev)], su carrera es impulsada para ganar el concurso de diseño de armas de la URSS y poder iniciar así su fabricación.

El proceso de diseño se inicia en 1943 en el centro Schurowski (Golutwin, cerca de Moscú). El sargento primero Kalashnikov conoce al también inventor comandante Alexey Sudayev (Dmitry Bogdan); a su supervisor, el capitán Vasily Lyutyy (Artur Smolyaninov) y a la que será su esposa, la delineante Ekaterina Moiseyeva (Olga Lerman), que se ocupa de los planos del aparato debido a la falta de formación de Kalashnikov en este campo.

Kalashnikov se gana el respeto de las “leyendas” del diseño de armas rusas. La película termina aproximadamente en 1947, cuando se lleva a cabo la producción del fusil y Kalashnikov obtiene el reconocimiento del ejército ruso.

CONCLUSIÓN

Producción rusa que carece de épica y emoción, aunque mantiene tímidamente el interés en el argumento, ya que, a día de hoy, el AK-47 sigue siendo un icono del derramamiento de sangre en los siglos XX y XXI. La trama se vuelve más propagandista a partir del momento en que Kalashnikov llega a Alma-Ata.

Se dejan entrever sombras con forma de gulag sobre la cabeza de Kalashnikov, de familia humilde y campesina (su padre, Timofey Aleksandrovich Kalashnikov, fue deportado a Siberia por ser un kulak –granjeros “demasiado enriquecidos” durante la época zarista, y que algunos de ellos se opusieron a las colectivizaciones–). El personaje del capitán del NKVD Lobov (Aleksey Vertkov) parece introducir un inesperado giro que nunca llega a producirse.
Después de los hechos descritos en la película, Kalashnikov desarrolló una larga carrera y recibió numerosos premios, honores y títulos. Murió en 2013 a la edad de 94 años.