Esta frase sacada de la película me viene pintiparada para exponer el gran problema de este film: ya bastantes pocos argumentos maneja Hollywood para que encima se dedique a rehacer películas ya hechas que, no olvidemos, son saqueos creativos del mundo del cómic. Porque, y a pesar de que Andrew Garfield es una elección bastante mejor que Tobey McGuire, el aspecto visual de Spiderman está muy logrado y la acción está llevada con solvencia, la triste realidad es que el que llega primero se come la merienda. Las películas de Sam Raimi, además de tener un punto friki delicioso, fueron las pioneras en nuestras retinas (¡hace tan solo 10 años!) y eso pesa mucho por muy buena voluntad que se ponga. Por otra parte, y puestos a hacer comparaciones, hay una diferencia esencial con el reboot de Batman: Nolan nos ofreció una perspectiva y un hilo argumental muy diferentes de los previos de Burton, y el señor Webb y su guionista, nos cuentan lo mismo y de forma muy parecida. En resumen, película indudablemente entretenida pero con demasiados deja-vues; en cualquier caso, romperá la taquilla para regocijo de Stan Lee.
spoiler: