Partiendo de que mis espectativas eran más bien escasas, es de ley reconocer que se trata de un producto digno, rodado con un mínimo oficio y con algún momento hasta ingenioso, pero con unos condicionantes a tener en cuenta:

1) Es la copia de una copia: me resulta bastante triste que nos dediquemos a fusilar un género que en los EEUU ya comienza a oler y en el resto del mundo está más que muerto. ¿Por qué no copiamos The Wire?.
2) No hay nada en esta película no concebido ya por Abrahams & los Zucker en su momento, hace la friolera de treinta años. Repito que estamos ante la copia de la copia que hicieron los yanquis de películas legendarias como Aterriza como puedas o Top Secret. Por tanto, por mucho sabor local que se le quiera dar al invento, el 95% de los gags son más viejos que la tos.

Sin embargo, revela que el cine español (cierto cine español, porque la mayoría suele ser desolador) ha alcanzado una cierta entidad, tanto como para hacer parodias de Almodovar, Amenábar y un puñado de autores más. En definitiva, película que no se hace pesada pero que es tan coyuntural y tan falta de originalidad que seguramente caerá en el olvido.