«Shtisel» es el serial israelí de una familia judía ultra-ortodoxa que se abre a occidente con una ficción sencilla y sin artificios, en la que se destaca ese apego a los usos y costumbres promulgados en la Tora y que inciden contundentemente en el diario acontecer de sus devotos.

El rabino Shulem Shtisel, sus hijos Akiva, Giti y Zvie —éste último con menores apariciones—, además de Ruchama y Yosa'le —quien adquiere su importancia para la tercera temporada—, son los personajes que llevan la batuta alternadamente durante los actuales 33 episodios, en los que se reconocen como un círculo familiar integrado, pero hermético, al intento por descifrar el sentido de la vida y la felicidad bajo el sosiego y la imposición de los estándares socio-religiosos más acordes a sus propias circunstancias.

Con suficiente complejidad el guión no sólo dota a cada uno de sus personajes de empatía e incluso de mucha aversión, también explora temas como la soledad pautada por el estado civil—la soltería, la viudez o el divorcio—, o bien el noviazgo, el matrimonio, la paternidad y maternidad en distintas fases de la vida y bajo el contexto manifiesto del judaísmo.

«Shtisel» ha tomado un revuelo que le permite ser la referencia sobre historias discretas pero avasalladora sin caer en recursos dramáticos exasperantes.

Un in-crescendo altamente destacable.