Un sorprendente thriller hecho serial que consigue más de lo previsto gracias a tres historias enroladas en la tiranía del radicalismo del estado islámico, el cual opera en Europa y se coordina desde Medio Oriente con alcances peligrosos.

De inicio el guión recuerda un tanto a la holandesa «Layla», una película que va sobre la persuasión de los jóvenes con respecto a la religión y su posición social en países que les han dado asilo a inmigrantes originarios de regiones musulmanas. Mas los directores han enriquecido la propuesta con más personajes —una policía que tratará de desarticular planes extremistas en Suecia y una pareja extraviada en la devoción y los deseos de libertad.

Con un discreto arranque, se presenta en ambos países los entornos familiares en el cual se van inmiscuyendo temas religiosos y políticos que someten a sus integrantes a momentos de mucha tensión. Los motores que las unirán, son una organización terrorista y la policía sueca, que entre llamadas, espías y mártires, se conducen a perpetrar el terror dentro del país nórdico.

Las locaciones contempladas para situar a los personajes —sobre todo las sirias— son magníficas para trasladarnos a un lugar desolado por la presencia de cuerpos armados sembrando el terror entre los habitantes. Por otro lado, se puntualiza la actuación de la oficial (Fátima - Eva), quien va utilizando a su compatriota, Pervin, de una manera tan cuestionable que revela la naturaleza de aquellos que conforman los cuerpos policiacos y sus intereses por sobre los daños colaterales. También destacan las motivaciones de Kerima, una de las jovencitas para caer en lo más profundo ante la deslumbrante idea de un paraíso y el desencanto de una familia disfuncional.

La serie tiene sus puntos débiles, pero mantiene su calidad narrativa la mayor parte de los episodios.

Altamente recomendable.