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Voto de Juan Marey:
7
Drama Un grupo de alumnos deciden reunirse años después de acabar sus estudios. La presencia de Tom Lee sorprende a sus compañeros, porque siempre fue un chico solitario, tímido y retraído cuyos gustos se apartaban bastante de los de sus compañeros. La única persona con la que se sentía a gusto era Laura Reynolds, la mujer del profesor de deportes y ama de llaves de la residencia donde Tom se alojaba. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de la Metro rodada en el año 1956 en la que Vincente Minnelli adaptó para la pantalla grande la exitosa, controvertida y provocadora obra teatral de Robert Anderson (también autor de su guión). Tenemos por un lado a Tom Lee (John Kerr), un chavalote de 17 años que cursa sus estudios, como interno, en una escuela privada de alta alcurnia, corren los años cuarenta y sus posturas amaneradas, su afición a las costuritas y su carácter solitario y esquivo, hacen que sus compañeros de clase lo bauticen como “la damisela”, el pimpollo sólo encontrará la paz y el sosiego al lado de su casera, Laura Reynolds, la gran Deborah Kerr, una mujer frustrada en su matrimonio que cree encontrar, en el retraído pimpollo, ese vacío incapaz de llenar en su vida por su marido.

Una valiente, interesante y atípica película, una delicada historia de sentimientos que difícilmente te dejará indiferente y además una auténtica avanzadilla de una vertiente que el propio realizador iría perfeccionando en títulos posteriores como SOME CAME RUNNING (Como un torrente, 1958), HOME FROM THE HILL (Con él llegó el escándalo, 1960), o incluso en una comedia tan brillante y en apariencia tan dispar en objetivos como DESIGNING WOMAN (Mi desconfiada esposa, 1957), en todas ellas se dirime, bajo diferentes parámetros argumentales, el conflicto entre rudeza y sensibilidad, sin duda un tema que debía preocupar mucho al realizador.

Fantástica Deborah Kerr, actriz seis veces nominada al Oscar, que realiza aquí una conmovedora interpretación, dándole a su personaje todo tipo de matices, desde la compasión al amor, pasando por la ternura y la indignación. Le acompañan en el reparto Leif Erickson, su hijo John Kerr y Edward Andrews. Todos ellos dirigidos por otro grande, Vincente Minnelli, que consigue impregnar al film de toda la fuerza dramática de la obra de Anderson.
Juan Marey
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