Tras unos primeros minutos bastante esperanzadores, ‘Vaya Pavos’ acaba convirtiéndose en una película muy, muy extraña. En el momento en que el segundo pavo (Jake) hace su entrada en escena, la película mete no la cuarta ni la quinta, sino la sexta velocidad.

Empiezan a suceder cosas, a surgir gags (todo hay que decirlo, algunos muy buenos) condensados en cuestión de milisegundos (otros que casi no son apreciables por que en seguida está pasando algo más). De un modo u otro viajamos en el tiempo, surgen nuevos personajes que prometen pero que a penas tenemos tiempo para conocerlos (los dos pavitos pequeños) o están solo para el gag (el pavo Justin, y no voy a decir nada más de él).

Lo del final es tremendo. Me imagino a los guionistas, Craig Mazin, David I. Stern y John J. Strauss (tremendamente puestos, porque si no algo así no se entiende) mirándose los unos a los otros como diciendo “Sí, esto es digno del mismísimo Pixar” cuando acaban de terminar con la película mediante el modo alguna-manera-que-pegue-con-el-principio.

Ni siquiera había visto el tráiler, pero una película así apetece en estas fechas. Está claro que elegí mal. Estamos hablando de que un servidor, que idolatra el cine de Animación digital infantil, suspenda una película (y ya es la tercera vez Jimmy Hayward, háztelo mirar) así. Vayan a ver ‘Futbolín’ o cualquier otra por favor.

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