El ajedrez forma parte de mi vida. Uno de los recuerdos más recurrentes de mi infancia están relacionados con jugar partidas con mi padre cada verano o siempre que podíamos. Era un pique sano, divertido, entre dos aficionados que disfrutaban y hacían un poco de “deporte mental”. Pero más allá del “enroque”, no conozco ninguna jugada de renombre, o la conozco y no sé cómo se llama. No sé ni anotar las jugadas aunque siempre me llamó la atención. Una cosa siempre he tenido clara: Este juego, con la historia indicada, daría mucho de sí al séptimo arte.

Y así ha sido, aunque han tenido que llegar Scott Frank y Allan Scott, apoyados en la novela de Walter Tevis que desconozco, para narrarnos con pasión, con cuidado y con mucho interés una historia relacionada con el ajedrez. Es un trabajo encomiable porque, desde fuera, esto parece un juego de frikis e inadaptados, un juego casi aburrido pero, en cambio, cuando arranca la historia devoras los episodios y te dan ganas de buscar el tablero y encontrar a alguien para echar una partida.

Son los principales responsables del éxito de la serie, pero también es cierto que han contado con un as en la manga: Anya Taylor-Joy. Creo que ni ellos mismos se estaban dando cuenta de lo que tenían entre manos cuando ficharon a esta chica que, si bien había lucido en productos taquilleros, era el momento de descubrirse como la verdadera actriz que es y… vaya si lo hace. Puede que el papel sea un caramelo, pero es que ella lo sabe aprovechar. Su forma de caminar, de mirar, de apoyar suavemente la cabeza en sus manos y esperar el siguiente movimiento. Anya es, aquí, un auténtico vendaval que sobre sale por encima de todo lo demás.

Luego está la historia, que es interesantísima. Es la evolución/vida de una joven huérfana, marcada por la pérdida de su madre y todas las fases de la vida. Hay series/películas que llegan en el momento oportuno y esta historia, en pleno empoderamiento femenino luce mucho más y está mejor hecha de lo que podría haber estado mucho antes.

‘Gambito de Dama’ es una auténtica delicia de siete episodios que no os podéis perder, porque deja un gran sabor de boca.

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