La considero una película excelente por varios motivos.

La fotografía tétrica y oscura típica de Burton y la una vez más acertada banda sonora de Dany E; ofrecen al espectador una tensión que se desarrolla a lo largo de todo el film.

No es la típica película de terror en la que se compadece al inocente. Esta película logra que el espectador se compadezca del asesino, mientras que las víctimas carecen de importancia. Este hecho ofrece un dramatismo que se conserva hasta el último segundo, el cual ofrece un desenlace capaz de hacer saltar más de una lágrima.

Los recursos utilizados me parecen también excelentes. Felicito al director artístico que consigue adecuar a la perfección vestuario y maquillaje con la historia. También, la falta de color, exceptuando cuando la señora Lovett imagina un futuro, en el cual todo se vuelve colorido y con luz, ayuda a comprender el significado global de la película.
Por no mencionar las canciones, adecuadas a la perfección con el contexto y las cuales consiguen aflorar una serie de sentimientos.

Creo que con esta película nos podemos adentrar en la psicología de los personajes e identificarnos con ellos o entenderlos y, por tanto, comprender el porqué de sus acciones.

En conclusión: no es solo un musical terrorífico, es mucho más, es toda una obra de arte plasmada en pantalla.