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Voto de Spark:
5
28 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
"8 citas" nos presenta un conjunto de 8 tolerables e irregulares cortometrajes (con un nexo común trabajado perezosamente... y que se nota a la legua que es generado a posteriori) sobre el "ligoteo", las relaciones de pareja y todo lo que las rodea.
Y así, se nos presentan 8 historias con una pareja como protagonista en cada una de ellas; estas parejas tendrán sus esperadas y pronosticables dificultades a la hora de iniciar una relación, de mantenerla o de acabar con ella (y el conjunto pasa por los problemas de la timidez, los celos, etc.). De "8 citas" se pudo esperar mucho más en su conjunto, pues los guiones con los que se encuentra el espectador no es que sean el sumum de la profundidad, la fascinación, el ingenio, la sorpresa o la sugerencia precisamente. "8 citas" tiene ciertas frases y momentos (contados con los dedos) en los que se genera, o bien cierta empatía con el espectador o bien un cómplice humor (que nunca logra el desternille); pero en el resto de minutos nos topamos con unos avatares tan previsibles y vagos como frívolos y superficiales. Es una pena, pero "8 citas" tiene demasiados minutos que se denotan forzados y afectados, y otros tantos se sienten reiterativos y accesorios.
El metraje se salva de lo fastidioso gracias a la realización de Romano y Sorogoyen (que, a pesar de que no es lucida ni ducha (no es muy elaborada y sí muy televisiva, se nutre básicamente del plano/contraplano y de algún plano recurso. Apenas hay movimientos de cámara, y carece de una banda sonora o fotografía destacadas) mide bien los tiempos y nos ofrece una cadencia cómoda y agradable para el espectador), gracias a sus interpretaciones naturales y carismáticas (casi todas), y gracias a esos momentos de identificación e ironía sobre las relaciones románticas que elevarán la curiosidad e interés del espectador justo cuando el metraje más lo necesita.
Para pasar el rato, nada más (y eso es ya mucho decir dentro del cine español de las últimas décadas). Que nadie se espere un estandarte del séptimo arte aquí. Como conjunto de cortos, es mucho más recomendable visionar la argentina "Relatos Salvajes" o la estadounidense "Coffee and Cigarettes".
Lo mejor: Sus contados puntos de empatía y humor.
Lo peor: Ciertos errores en algunos cortos (más en spoilers)...
Y así, se nos presentan 8 historias con una pareja como protagonista en cada una de ellas; estas parejas tendrán sus esperadas y pronosticables dificultades a la hora de iniciar una relación, de mantenerla o de acabar con ella (y el conjunto pasa por los problemas de la timidez, los celos, etc.). De "8 citas" se pudo esperar mucho más en su conjunto, pues los guiones con los que se encuentra el espectador no es que sean el sumum de la profundidad, la fascinación, el ingenio, la sorpresa o la sugerencia precisamente. "8 citas" tiene ciertas frases y momentos (contados con los dedos) en los que se genera, o bien cierta empatía con el espectador o bien un cómplice humor (que nunca logra el desternille); pero en el resto de minutos nos topamos con unos avatares tan previsibles y vagos como frívolos y superficiales. Es una pena, pero "8 citas" tiene demasiados minutos que se denotan forzados y afectados, y otros tantos se sienten reiterativos y accesorios.
El metraje se salva de lo fastidioso gracias a la realización de Romano y Sorogoyen (que, a pesar de que no es lucida ni ducha (no es muy elaborada y sí muy televisiva, se nutre básicamente del plano/contraplano y de algún plano recurso. Apenas hay movimientos de cámara, y carece de una banda sonora o fotografía destacadas) mide bien los tiempos y nos ofrece una cadencia cómoda y agradable para el espectador), gracias a sus interpretaciones naturales y carismáticas (casi todas), y gracias a esos momentos de identificación e ironía sobre las relaciones románticas que elevarán la curiosidad e interés del espectador justo cuando el metraje más lo necesita.
Para pasar el rato, nada más (y eso es ya mucho decir dentro del cine español de las últimas décadas). Que nadie se espere un estandarte del séptimo arte aquí. Como conjunto de cortos, es mucho más recomendable visionar la argentina "Relatos Salvajes" o la estadounidense "Coffee and Cigarettes".
Lo mejor: Sus contados puntos de empatía y humor.
Lo peor: Ciertos errores en algunos cortos (más en spoilers)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... aquí describo más en detalle cada uno de los cortos y sus aciertos y errores:
- ENCUENTRO: Un quiosquero cursi (Tejero) que no se atreve a declararse a la vecina (López) que se va de la ciudad para siempre. En mi opinión me ha parecido el peor de todo el conjunto. Lo más importante en estos relatos románticos es la química entre los actores... y esta pareja comparte química cero, por lo que sus interacciones son de todo menos creíbles. Por lo demás el corto se nutre de diálogos y situaciones superficiales y previsibles... más un hermano gañan que comienza como caricatura curiosa y que acaba como exagerado tópico.
- ENAMORARSE: Después de conocerse una noche y de acostarse, (Arévalo) le dice a su acompañante en la noche (Frejeiro) que se ha enamorado de ella (para asombro de ésta, aunque la actitud del personaje femenino también es un poco exagerado y afectado). Básicamente el corto consiste en ver a Raul Arévalo en un papel de bobo enamoradizo, su personaje tiene algún punto entrañable y divertido, pero acaba haciéndose algo cargante. El corto tiene el problema de querer sacar jugo donde no lo hay... y terminar aguado. Es muy redundante y poco ingenioso. Los actores tampoco comparten química.
- CITADOS: Dos jóvenes (Rey, Nieto) tienen una cita en la casa de ella y él se siente algo incómodo y nervioso. En este corto por fin encontramos actores que comparten química y más naturalidad. El problema viene de nuevo en que el relato es demasiado reiterativo.
- FAMILIA: Un jóven (Caba) va a cenar por primera vez a la casa de la novia (Hazas)... y de su chiflada familia. Este es el corto más divertido y alocado; básicamente consiste en que tanto su protagonista como el espectador veamos pasar el escaparate de familiares, a cual más zumbado. No es el culmen del humor (incluso "Escenas de matrimonio" tiene más guasa y chispa) pero los actores están en su salsa y la cadencia es muy agradecida.
- RUTINA: Un matrimonio maduro (Sola, Ozores) pasa un día en un spa... sin que sepan que en realidad se trata de una "sauna gay" (que ya sabemos lo que es) pero en hetero, ¡vamos!, ¡un club liberal!. A priori parece el corto más interesante, pues empieza explorando la pérdida de la "chispa" en un matrimonio y el como recuperarla. Además cuenta con una gran pareja protagonista de actores que además comparte química. El problema en este corto viene por el tratamiento sobre ese club liberal (en el que los/las acompañantes solo se dirigen al hombre de la pareja y nunca a la mujer a la hora de la presentación. Un lugar de intercambios de parejas... en el que lo que hay son tríos de un hombre con dos mujeres... ¡eso no son intercambios de parejas, eso son tríos!) poco realista y sí tan lleno de tópicos que no se percibe como verdadero.
- CELOS: Sergi (Valls) sufre de celos en una cena en la que el "ex perfecto" (Bassave) de su novia (Ballesteros) ha sido invitado. Pues eso, un festival de celos... pero no tan extremo y variado como se hubiera podido esperar. Buenas interpretaciones, pero el personaje del ex (un cursi redomado a ojos del espectador) y de los amiguetes (zombies extraños) y sus actitudes son algo de lo más desdibujado (el personaje de Arturo Valls es el único que, al menos, de denota cabal).
- SUPERACIÓN: Un joven (Javier Pereira) se dispone a ligar en una discoteca y acaba intimando con una chica mojigata (Raquel Pérez) que en un principio había rechazado. De nuevo hay interpretaciones estupendas y naturales... y de nuevo algún tópico (el como se retrata a la cristiana) mal expuesto que chirría bastante.
- REENCUENTRO: Un entierro cargado de reencuentros. Es el corto más obviable; en él se nos expone que los personajes de los cortos anteriores son, o bien familia o bien amigos. Los personajes de Pérez y Rueda se reencuentran después de años de haber roto su relación. Ambos comparten química y están cómodos en sus papeles... pero apenas tiene segundos en pantalla para trabajar algo con enjundia.
- ENCUENTRO: Un quiosquero cursi (Tejero) que no se atreve a declararse a la vecina (López) que se va de la ciudad para siempre. En mi opinión me ha parecido el peor de todo el conjunto. Lo más importante en estos relatos románticos es la química entre los actores... y esta pareja comparte química cero, por lo que sus interacciones son de todo menos creíbles. Por lo demás el corto se nutre de diálogos y situaciones superficiales y previsibles... más un hermano gañan que comienza como caricatura curiosa y que acaba como exagerado tópico.
- ENAMORARSE: Después de conocerse una noche y de acostarse, (Arévalo) le dice a su acompañante en la noche (Frejeiro) que se ha enamorado de ella (para asombro de ésta, aunque la actitud del personaje femenino también es un poco exagerado y afectado). Básicamente el corto consiste en ver a Raul Arévalo en un papel de bobo enamoradizo, su personaje tiene algún punto entrañable y divertido, pero acaba haciéndose algo cargante. El corto tiene el problema de querer sacar jugo donde no lo hay... y terminar aguado. Es muy redundante y poco ingenioso. Los actores tampoco comparten química.
- CITADOS: Dos jóvenes (Rey, Nieto) tienen una cita en la casa de ella y él se siente algo incómodo y nervioso. En este corto por fin encontramos actores que comparten química y más naturalidad. El problema viene de nuevo en que el relato es demasiado reiterativo.
- FAMILIA: Un jóven (Caba) va a cenar por primera vez a la casa de la novia (Hazas)... y de su chiflada familia. Este es el corto más divertido y alocado; básicamente consiste en que tanto su protagonista como el espectador veamos pasar el escaparate de familiares, a cual más zumbado. No es el culmen del humor (incluso "Escenas de matrimonio" tiene más guasa y chispa) pero los actores están en su salsa y la cadencia es muy agradecida.
- RUTINA: Un matrimonio maduro (Sola, Ozores) pasa un día en un spa... sin que sepan que en realidad se trata de una "sauna gay" (que ya sabemos lo que es) pero en hetero, ¡vamos!, ¡un club liberal!. A priori parece el corto más interesante, pues empieza explorando la pérdida de la "chispa" en un matrimonio y el como recuperarla. Además cuenta con una gran pareja protagonista de actores que además comparte química. El problema en este corto viene por el tratamiento sobre ese club liberal (en el que los/las acompañantes solo se dirigen al hombre de la pareja y nunca a la mujer a la hora de la presentación. Un lugar de intercambios de parejas... en el que lo que hay son tríos de un hombre con dos mujeres... ¡eso no son intercambios de parejas, eso son tríos!) poco realista y sí tan lleno de tópicos que no se percibe como verdadero.
- CELOS: Sergi (Valls) sufre de celos en una cena en la que el "ex perfecto" (Bassave) de su novia (Ballesteros) ha sido invitado. Pues eso, un festival de celos... pero no tan extremo y variado como se hubiera podido esperar. Buenas interpretaciones, pero el personaje del ex (un cursi redomado a ojos del espectador) y de los amiguetes (zombies extraños) y sus actitudes son algo de lo más desdibujado (el personaje de Arturo Valls es el único que, al menos, de denota cabal).
- SUPERACIÓN: Un joven (Javier Pereira) se dispone a ligar en una discoteca y acaba intimando con una chica mojigata (Raquel Pérez) que en un principio había rechazado. De nuevo hay interpretaciones estupendas y naturales... y de nuevo algún tópico (el como se retrata a la cristiana) mal expuesto que chirría bastante.
- REENCUENTRO: Un entierro cargado de reencuentros. Es el corto más obviable; en él se nos expone que los personajes de los cortos anteriores son, o bien familia o bien amigos. Los personajes de Pérez y Rueda se reencuentran después de años de haber roto su relación. Ambos comparten química y están cómodos en sus papeles... pero apenas tiene segundos en pantalla para trabajar algo con enjundia.