Sobrecogedora película francesa -ganadora del premio al mejor maquillaje en el festival internacional de Sitges en 2008- que despierta desagradables sensaciones.

La estructura de la película es cuanto menos extraña, ya que empieza con un breve flash de los antecedentes de la historia, después desarrolla durante muchos minutos las consecuencias (que no las claves) de lo ocurrido entonces y acaba dando una explicación de lo ocurrido con un caso que pasa en el presente (entendamos el presente como el momento en que ves la película).

Digamos que se puede considerar que la película consta de dos partes, ambas con una estrecha y cuidada relación que dota al film de mucho sentido y coherencia argumental pero que, de entrada, descoloca al espectador.

La película es intensa, violenta, intrigante, ‘sobresaltante’ y muy distraída en su primera parte; y desagradable, sádica y angustiante posteriormente, lo que la hace una película de terror/tortura muy completa.

Escenas muy duras, sangre, autolesiones, torturas, vejaciones, locura, frialdad, dolor, todo un elenco de escenas desagradables y muy conseguidas que no te dejan indiferente junto con un final intrigante y un argumento rebuscado pero más que aceptable, hacen de ésta una película penetrante merecedora de una buena valoración.

Eso sí, es tan desagradable que no la recomiendo a la personas sensibles.