En 1984 se estrenaba en los cines de adaptación de la novela de ciencia ficción Dune, escrita originalmente en 1965 por Frank Herbert. Una historia que tiene como protagonista a Paul Atreides, miembro de un linaje real al que se le encomienda la gestión del planeta Arrakis (también conocido como Dune), lugar donde se recolecta la especia más valiosa de todo el universo: la melange. Como sabréis lo que habéis leído la novela o visto la película de David Lynch, esto es una sinopsis muy básica de lo que realmente nos aporta la obra. Se tratan temas como la religión, la ecología, las conspiraciones entre las casas reales. Dune es ciencia ficción pero también contiene mucha fantasía que enriquece más los conceptos que aquí se proponen.

Podríamos hablar del primer intento de llevar la novela de Herbert a la gran pantalla. Alejandro Jorodowsky junto a un equipo de colaboradores de lujo como pueden ser Moebius o Giger por citar a algunos de los artistas que participaron en su preproducción, intentaron llevar a su terreno una adaptación faraónica para la época, quizá hablemos de ella en otra ocasión.

Años después y con la pérdida de derechos, el productor italiano Dino de Laurentiis los adquiere y contrata a David Lynch para que la lleve a cabo. Es cierto que condensar la historia de Dune en 137 minutos es una tarea de gran dificultad ya que hay muchos personajes y en definitiva muchas tramas. Aquí se optó por un guión que si bien no completa toda la experiencia del universo Dune, nos muestra los puntos clave y focaliza en la personalidad mesiánica de Paul Atreides como liberador del pueblo Fremen.

Puedes leer la retro-crítica completa aquí: https://cinefilia.wordpress.com/2016/07/10/retro-critica-dune-de-david-lynch/