Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Giskdan:
2
Terror. Fantástico Un sacerdote cree haber descubierto el lugar de descanso de Satán, en el sótano de una iglesia abandonada de Los Angeles. Junto a un grupo de estudiantes de física, el sacerdote prepara un proyecto científico que siga manteniendo encerrado al Príncipe de las Tinieblas. Encerrados en la iglesia por fuerzas siniestras, los estudiantes descubren que deben luchar para impedir la llegada del Mal al mundo. (FILMAFFINITY)
20 de enero de 2015
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Carpenter nos dice que la fe y la religión son meras invenciones pergeñadas por los hombres ancestrales para que podamos aceptar fenómenos científicos que, en nuestra humana ignorancia, nos parecen fantásticos e inexplicables. Lástima que nos lo cuenta en un cinta más mala que la mierda.

¿Qué pasa cuando alguien intenta juntar en una misma película demonología, ciencia ficción, física cuántica, elementos alienígenas, zombies, científicos, curas, Quatermass y Lovecraft?

La respuesta no puede ser otra que: ¡un bodrio! Como en muchas otras películas de terror, el villano de "Prince of Darkness" es el Diablo. La mitología siempre contó que El Maligno podía adoptar diversas formas, pero acá se pasa de moderno. Satanás es una botella de Seven Up gigante que alguien tiene escondida en una iglesia.

A John Carpenter le gusta competir consigo mismo para idear a los villanos menos interesantes del cine. Habiendo probado ya con el villano gaseoso en "La Niebla" (1980), en este caso se inclinó por el líquido, y luego continuó con los distintos estados de la materia. A su filmografía le falta todavía una Ionización Maldita, o la Condensación Demoníaca, pero aún le quedan años de carrera así que por ahí se anima. En 2008, el indio M. Night Shyamalan logró superarlo en la carrera por crear el villano más pelotudo del cine, con su inmortal "Viento Vengativo".

Un poco más decoroso que aquel, este despiadado y burbujeante fluido verdoso es más bien como una especie de anticristo, enviado por su padre (un satanás todavía más pulenta). Como rival de Jesús, la forma adoptada es muy buena, porque es muy dificil crucificar a veinte litros de Sprite. Para hacerse de esbirros, la gaseosa toma posesión de los cuerpos de los peores actores que había, volviéndolos zombies que hipnotizan a otros lanzando violentos escupitajos de 7Up que se te meten por todos los orificios del cuerpo con la fuerza de un géiser.

Añorante del control creativo total de sus películas de clase B, luego de haber sufrido la constante interferencia de los ejecutivos de los estudios en los anteriores cuatro films, Carpenter regresó contentísimo al barro del cine B con esta película. Pero más allá del evidente entusiasmo del dire que se aprecia en el film, el intento de combinar un enfoque de física teórica con el ocultismo y planteamientos filosóficos, más un montaje desordenado y un guión absurdo de muchas ideas a medio elaborar débilmente unidas, hizo de El Príncipe de las Tinieblas una de las entregas más flojas del director de Halloween. Volvería a encontrar su nivel en su siguiente film, la inteligente y entretenida "They Live".

CONCLUSIÓN: Lo que más miedo me dio fue el chino que tiene un ojo más grande que el otro. Y era lo único que no era maquillaje.

http://videovengador.blogspot.com/
Giskdan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow