Se consigue un pequeño retrato de la posguerra, del franquismo, de la despolitización que se dio a la guerra y a la dictadura como mecanismo de defensa freudiano ("el que antes era bueno ahora es malo, y el que antes era malo ahora es bueno", flaco favor comparar república y franquismo, aunque entendamos el contexto en qué se dice en la película, quién, a quién y por qué).

A nivel humano da más de sí. El artificio de algunas familias y el aguante por conservar "lo que dios manda", la soledad de un padre incomprendido, el silencio de una madre prácticamente ausente en todo, el distanciamiento que tanto padre como hija provocan... El reflejo de una realidad bastante cercana, de lo que ayer trajo a hoy.

Yo personalmente no sabía que en principio esta película iba a ser la primera parte de una obra que nunca acabó de ejecutarse, pero la verdad es que a mí me pareció inacabada al instante de ver los créditos. No por ver como se desarrolla y acaba esta historia familiar, por ver otro final clásico, o no tan clásico; más bien porque entiendo que el objetivo no era sólo dar un contraste de "norte frente a sur", sino también de "sur frente a norte", algo bidireccional que al final acabara relacionando norte y sur como un todo por un lado (posiblemente de pesimismo), y como un antagonismo por otro (la esperanza frente al fracaso).

Pero bueno, Erice se conformó con lo que hizo al ver las críticas y supongo que le entró "miedo" a fracasar. No tenía pinta de que fracasara una segunda parte final, ni mucho menos.