Yo tengo la teoría de que estos guiones los escriben a propósito para que los espectadores se sientan inteligentes. Viendo esto, inevitablemente te sientes superior, porque los personajes más inútiles no pueden ser. Es cuestión de entrar en el juego: ellos se hacen los idiotas y te dan de ventaja un par de minutos para cada giro argumental. Tú lo pillas, lo procesas (no cuesta mucho) y justo ENTONCES ellos, los agentes del FBI, caen en la cuenta de eso que tú ya has pescado al vuelo. Es muy divertido si uno se lo toma con humor.

Yo no siento que me hayan tomado el pelo. Creo que los guionistas saben que sabemos que esta serie está llena de agujeros, incongruencias y escenas que no te las tragas ni a la de tres. Tiene un número enorme de fallos en cada capítulo, y son 22 en total, así que echad cuentas.

Pese a todo, me ha gustado. Pasando por alto que el doblaje al español es pésimo y que el protagonista, el tal Mark-que-todo-lo-sabe me cae como el culo, el resto de tramas paralelas me mantuvo medianamente entretenida.

La idea inicial es buena y podrían haberlo hecho mucho, pero que mucho mejor, eso está claro. Esto que nos han presentado es como una pizza precocinada que puedes calentar en el microondas, cuando la idea daba para una pizza italiana auténtica de la mamma. Pero no me quejo, porque ya sabía a qué me enfrentaba, y tú, el que está leyendo esto, debes saberlo también: esta serie es una gilipollez que puede crisparte o entretenerte. En el mejor de los casos te pasará lo segundo, pero lo que NO sucederá nunca es que te la tomes en serio, porque es imposible tragarse algo así.

Ah, un aviso especial a los científicos: no la veáis a menos que tengáis mucho sentido del humor. Yo no sé mucho de ciencia, pero estoy segura de que dicen un montón de barbaridades sin sentido, se nota incluso sin saberlo.

Paridas a parte, la recomiendo para pasar el rato.