Dani de la Orden es un buen director, ama el cine y tiene un buen pulso narrativo. Con “El mejor verano de mi vida” logró divertir, emocionar y sorprender a público de todas las edades y condiciones. La taquilla respondió y hoy sigue siendo admirada en otras pantallas. Mi apasionada recomendación en medios de comunicación y a mis amigos a algunos les pareció exagerada y cuando la vieron, la disfrutaron, quedaron agradecidos por el consejo de verla. Hoy la sigo recomendando.
La película que hoy comento solo tiene que ver con la otra la maestría narrativa de su director y...pare usted de contar. Ya el trailer me gritaba que no me iba a gustar, que me decepcionaría y, mira por dónde, lo ha hecho desde las 16:30 de hoy que no he querido verla porqué solo se había vendido una entrada (la mía) en una sala de 516 butacas y he pasado la entrada a la sesión de las 22:20 en la que, por lo menos, había otro espectador más. UN DOMINGO. Antes de empezar varios trailer entre los que había otras dos pelis con Álex García y Adrián Lastra que ya me ha dado mala espina.
¿Que se puede decir de la película en sí? Que tiene un guión gazpacho (repetitivo) con unos diálogos pedantes e increíbles y unos personajes que no entran ni con calzador. Cine ingles pero con guión malo.
Lamento profundamente hablar así de una película con una opinión diametralmente opuesta a la que tengo de la anterior obra de su director. Lamento aún más que se gasten los productores tres o cuatro millones en una historia tan pobre con un guión tan lamentable. Un desperdicio decepcionante.