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España España · Madrid
Voto de indrani:
6
Drama Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se averigua que el capitán tenía exceso de alcohol en la sangre. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiendo leído las -en general- muy halagüeñas críticas de "El vuelo", me he llevado una decepción, al encontrarme con una película que tan sólo por un elemento -lo gloso más adelante- me ha parecido superior a un telefilme cualquiera. Ese elemento no es la interpretación de Denzel Washington, ya que no soy el tipo de espectador que es capaz de apreciar o de valorar probablemente en su justa medida un papel actoral, y mucho menos de ir a ver una película tan sólo por el nivel de su elenco. Defecto mío será, pero cada uno es como es y se fija en lo que se fija.

"El vuelo" es, fundamentalmente, la historia de un alcohólico que, en este caso, resulta ser piloto de aviación comercial. Quizá el lector de esta crítica ya haya oído hablar de la primera media hora del filme y de lo buena que es; sinceramente, yo esperaba más espectacularidad, pero seguramente es fallo mío por haber leído tantas críticas y habérmelas creído en toda su exageración. Entre nosotros: no es para tanto, y el que se destaque esa media hora dice bastante poco del grueso de la película, la verdad. Bien, resulta que nuestro piloto alcohólico y cocainómano, tras haberse metido entre pecho y espalda tres botellines de no recuerdo qué bebida de alta graduación, más lo que llevaba antes de embarcar, más lo de la noche anterior, más una noche sin dormir por haber estado practicando sexo con una de sus azafatas, es capaz de forzar la máquina de su aeroplano y, en menos de una hora, de evitar una catástrofe con 102 muertos. Todo en el mismo vuelo.

Ahora bien: si de 102 personas que viajan con un piloto borracho mueren seis, el piloto ¿es un héroe que ha salvado 96 vidas, o un homicida imprudente al menos parcialmente responsable de seis muertes? En principio, el piloto Whitaker (Washington) es saludado como lo primero, pero a medida que nos adentramos en la jungla legal, con el sindicato de los pilotos, la aerolínea, el fabricante del avión, las familias de las víctimas y hasta el gobierno federal, las dudas que ya teníamos desde el principio, y el desagrado cada vez mayor que nos provoca el personaje de ese alcohólico recalcitrante, arrogante, estúpido y a ratos ridículo, van aumentando hasta hacer que podamos fácilmente inclinar la balanza hacia el otro lado.

Lo que sigue lo hemos visto cientos de veces en cualquier telefilme sobre alcohólicos. En este caso: Denzel recluyéndose, solo y alejado del mundo; Denzel bebiendo hasta reventar; Denzel acudiendo a una reunión de Alcohólicos Anónimos, negándose a identificarse como alcohólico y saliendo por pies por sentirse incómodo; Denzel luchando con sus demonios; Denzel intentando mantenerse sobrio mediante sólo su fuerza de voluntad; Denzel... ¿consiguiéndolo? En fin, todas las situaciones que nos sabemos de memoria. Entre medias, algunas escenas que ayudan a mantener el interés en la trama, como las reuniones del piloto con el abogado que intenta salvarle el pellejo a pesar de sí mismo; y las escenas del piloto con sus compañeros de tripulación, totalmente desaprovechadas y que llegan a ser anticlimáticas (podía haberse sacado mucho más jugo del enfrentamiento del comandante alcohólico con su copiloto, pero no está nada acertada esa caracterización del copiloto y su mujer como fervientes cristianos).

Habiendo mencionado el cristianismo, llega el momento de explicar por qué me parece que esta película merece un vistazo, y es precisamente por la presencia constante del elemento divino, de la "fuerza mayor", de "la mano de Dios", de la Providencia, del Destino, llámenlo como quieran. Es algo que yo al menos no he visto en muchas películas de héroes convertidos en antihéroes, y me parece digno de mención en este caso. Un personaje lo dice: cuando se opta por mirar la vida como algo enteramente controlado por Dios, la perspectiva de uno cambia y todo deja de tener tantísima importancia. En el caso de nuestro piloto alcohólico, podemos optar por ver los acontecimientos como obra de Dios de principio a fin, tanto su alcoholismo como las decisiones que toma como el accidente de avión y todo lo que sucede a continuación, incluidas las sucesivas tentaciones que sufre nuestro piloto, sus recaídas, sus pequeños triunfos, los dilemas morales a los que se ve enfrentado. Para mí, éste es el punto de vista más bello desde el cual se puede ver esta historia que, en el fondo, no difiere mucho de la historia de cualquier drogadicto, pues la cosa adquiere un valor más allá de lo humano cuando comprendemos que todo conspira para proporcionar la oportunidad de un cambio... que luego puede realizarse o no.

En resumen, "El vuelo" no es una gran película, y a veces es bastante espesa, pero tampoco es un telefilme de buena factura.
indrani
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