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Voto de miguel:
6
7.0
19,773
Thriller. Western. Drama
Ambientada en la Oklahoma de la década de 1920, narra los asesinatos en serie de los miembros de la nación indígena Osage, que era muy rica en petróleo; una serie de crímenes brutales que más tarde se conocería como el "Reinado del Terror".
Estreno en Apple TV+: 12 de enero 2024
Estreno en Apple TV+: 12 de enero 2024
22 de octubre de 2023
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva peli de Scorsese está bien. No malinterpretéis el título de la crítica. Es disfrutable. Sus tres horas y media de duración no le pesan y la historia que cuenta es interesante y bastante tenebrosa si pensamos que está narrando hechos que sucedieron de verdad.
Pero sucede como en alguna crítica que he leído por ahí (creo que de Boyero, perdonad mi pecado): "me interesa todo lo que sucede en pantalla, pero nada me apasiona". O sea que pichí pachá.
Se echa en falta cierta pasión que solo llega en cierto momento del final (con un majestuoso cameo de Scorsese) y que no compensa el vacío emocional de las tres horas anteriores. O, mejor dicho, ese momento emocional del final no es tan potente como podría haber sido si el resto de la película hubiese hilado más fino. La historia está contada mayormente desde el punto de vista de los malos, aquellos que perpetraron los asesinatos, lo que otorga un punto de vista privilegiado y con mucho potencial a la narración, especialmente cuando vamos entendiendo el modus operandi de Robert de Niro y podemos anticipar, al contrario que sus títeres, lo que se les viene encima. El problema es que es difícil sentir nada por el protagonista, Leo en el papel de Ernst, un títere de su tío (el verdadero autor intelectual del Reinado del Terror, como lo llamaron después) que no tiene ninguna ambición o deseo que nos permita sentir un mínimo de simpatía o de empatía por él. Solo la nadedad. Nada. Como si le atropella un camión. Nada cambiaría. Por su mujer sentimos algo de lástima, porque sabemos qué está sucediendo, pero poco más. Y aún así la historia sigue siendo interesante a lo largo de su extensa duración, lo que me parece un logro al alcance de pocos.
Aunque la película dura unas temibles tres horas y media, sucede algo muy curioso. En lugar de parecer larga, parece corta. El montaje se toma su tiempo para construir las escenas, y aún así en ocasiones parece que va más rápido de lo que debería. Al finalizar queda una extraña sensación de que faltan muchas cosas por contar para que la historia tenga el impacto que debería tener, como por ejemplo la relación de los indios con el petróleo, su falta de entendimiento del valor del dinero, el mundo interior de las víctimas... así como la relación que tiene Ernst con su propia familia. La película intenta cubrir varios años de la vida de estos personajes sin mostrarnos ciertos momentos clave para ellos, y en este sentido parece como si por momentos la película perdiese el hilo de lo que realmente nos quería contar. Todo lo que cuenta es interesante, sí, pero ciertas omisiones provocan que más adelante en la historia ciertos momentos dramáticos queden vacíos. ¿Era la intención de los guionistas? ¿Era la intención de Scorsese?
La dirección sigue siendo sublime, así como las interpretaciones. Brillantes. Y con todo, echo en falta ciertos recursos cinematográficos de los que el propio Scorsese se ha aprovechado más de una vez en películas anteriores para narrar historias tan monumentales y extendidas en el tiempo como esta. Quizás, lo que más destaque sea el brillante uso de los flashbacks para crear ese pequeño puzzle de asesinatos.
Muchos usuarios que le han puesto un 9 o un 10 la comparan con Casino. A mí Casino me parece la película más aburrida de Scorsese, esta que nos ocupa me ha gustado bastante más, pero vaya, tal vez sea una comparación interesante porque me esperé mucho de ambas películas y ambas me resultaron un tanto frías en general y distantes con los personajes en particular.
¡Juzguen ustedes mismos!
Pero sucede como en alguna crítica que he leído por ahí (creo que de Boyero, perdonad mi pecado): "me interesa todo lo que sucede en pantalla, pero nada me apasiona". O sea que pichí pachá.
Se echa en falta cierta pasión que solo llega en cierto momento del final (con un majestuoso cameo de Scorsese) y que no compensa el vacío emocional de las tres horas anteriores. O, mejor dicho, ese momento emocional del final no es tan potente como podría haber sido si el resto de la película hubiese hilado más fino. La historia está contada mayormente desde el punto de vista de los malos, aquellos que perpetraron los asesinatos, lo que otorga un punto de vista privilegiado y con mucho potencial a la narración, especialmente cuando vamos entendiendo el modus operandi de Robert de Niro y podemos anticipar, al contrario que sus títeres, lo que se les viene encima. El problema es que es difícil sentir nada por el protagonista, Leo en el papel de Ernst, un títere de su tío (el verdadero autor intelectual del Reinado del Terror, como lo llamaron después) que no tiene ninguna ambición o deseo que nos permita sentir un mínimo de simpatía o de empatía por él. Solo la nadedad. Nada. Como si le atropella un camión. Nada cambiaría. Por su mujer sentimos algo de lástima, porque sabemos qué está sucediendo, pero poco más. Y aún así la historia sigue siendo interesante a lo largo de su extensa duración, lo que me parece un logro al alcance de pocos.
Aunque la película dura unas temibles tres horas y media, sucede algo muy curioso. En lugar de parecer larga, parece corta. El montaje se toma su tiempo para construir las escenas, y aún así en ocasiones parece que va más rápido de lo que debería. Al finalizar queda una extraña sensación de que faltan muchas cosas por contar para que la historia tenga el impacto que debería tener, como por ejemplo la relación de los indios con el petróleo, su falta de entendimiento del valor del dinero, el mundo interior de las víctimas... así como la relación que tiene Ernst con su propia familia. La película intenta cubrir varios años de la vida de estos personajes sin mostrarnos ciertos momentos clave para ellos, y en este sentido parece como si por momentos la película perdiese el hilo de lo que realmente nos quería contar. Todo lo que cuenta es interesante, sí, pero ciertas omisiones provocan que más adelante en la historia ciertos momentos dramáticos queden vacíos. ¿Era la intención de los guionistas? ¿Era la intención de Scorsese?
La dirección sigue siendo sublime, así como las interpretaciones. Brillantes. Y con todo, echo en falta ciertos recursos cinematográficos de los que el propio Scorsese se ha aprovechado más de una vez en películas anteriores para narrar historias tan monumentales y extendidas en el tiempo como esta. Quizás, lo que más destaque sea el brillante uso de los flashbacks para crear ese pequeño puzzle de asesinatos.
Muchos usuarios que le han puesto un 9 o un 10 la comparan con Casino. A mí Casino me parece la película más aburrida de Scorsese, esta que nos ocupa me ha gustado bastante más, pero vaya, tal vez sea una comparación interesante porque me esperé mucho de ambas películas y ambas me resultaron un tanto frías en general y distantes con los personajes en particular.
¡Juzguen ustedes mismos!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Aunque Ernst es el protagonista y ocupa muchísimo tiempo en pantalla, apenas vemos momentos tan claves para la película como la relación que tiene con sus hijos. Sus hijos son un ente abstracto hasta el punto que, en una escena del final, cuando le detienen y dice "venga, hijo, nos vamos a casa", me quedé en shock, "Ah, que este tío tiene un hijo, se me había olvidado". Y ya no digamos cuando se muere uno de ellos y Ernst se pone a llorar en su celda. ¿Por quién llora? Por alguien a quien no hemos visto más de 10 segundos en 3h de película y que no ha tenido ni una línea de guion, ni un momento de protagonismo en ninguna escena. Por otra parte, no conecto nada con el personaje de Leo. Llora por su hijo muerto al que no ha hecho caso ni una sola vez pero asesina al resto de familiares (incluida su mujer, que se salva de milagro) sin piedad. No sé, chiqui, ¿en qué quedamos? No entiendo por quién siente afecto y por quién no. Si fuese un psicópata estúpido probablemente solo se tendría afecto a sí mismo y entonces entendería que llorase por entrar en la cárcel y no por las decenas de muertes, familiares incluidos. Eso lo entendería. Lo de la peli, no tanto.