El proyecto era interesante: una película que aprofundiera en la Guerra Civil desde el punto de vista de las milícias resistentes que luchaban en las montañas; una mirada internacional a un conflicto nacional; y una gran diversidad cultural mezclada en un solo filme en el que se habla catalán, inglés y castellano. Podria haber sido mucho, pero se quedó en poco.
En primer lugar, en aquel tiempo, la gente de pueblo no tenia semejante dominio del inglés. Aunque en algunos casos la pronunciación deje bastante que desear, la fluidez con la que se expresan algunos puebleños resulta un poco dubtosa.
En segundo lugar, hablaré del gran protagonista de la película: el micrófono. Aparece en varias escenas a lo largo del filme, y no solamente como un simple borrón que puede ser inadvertido. Parece que quiera robar el protagonismo a los intérpretes, y lo consigue. Cuando salía, yo ni siquiera me fijaba en el resto de la pantalla. Parece increíble que un director de nivel como Ken Loach haya permitido semejante error en una de sus películas.
No obstante, la película tiene interpretaciones buenas (y también malas, todo sea dicho), y aunque Ken Loach y su equipo (Barry Ackyroyd como Director de Fotografia y Johnathan Morris como Editor) hicieran un trabajo bastante más notable en Raining Stones, por ejemplo, debe reconocerse que Tierra y libertad también tiene cosas buenas. El final, por ejemplo. Y no solo porque piensas "¡Por fin!", sino porque es tierno sin ser excesivo, y es commovedor sin ser lacrimógeno.