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Voto de Aqueronte:
9
14 de febrero de 2022
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Caleb Landry es supremo, y se ha superado desde esos papeles de paletos y pránganos de cintas de Brandon Cronenberg y otros
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Desconcertante e inclasificable, no por el estilo, afortunadamente, que eso está de moda, sino por la complejidad de Nitram, trasunto del criminal tras los aciagos acontecimiento de Port Arthur. Estoy seguro que Polanski recordaría algunas escenas de sus obras y Malick sus "Badlands", pero a Lars von Trier alguna sonrisa le arrancará -sin resentimientos, sin recelos- la escena -para quedarse frío- cuando un hijo golpeando a su padre para animarlo a levantarse, sea observada por su madre, gélida, indiferente e inexpresiva como un mueble.
En el espejo de la locura, reflejo de la felicidad invertida a la razón de una madre protectora, del padre que consciente sin más, y de un pueblo entero burlón y despreciativo, ahí se desvanece cualquier precepto moral con qué valorar -ya ni tan siquiera juzgar- a Nitram jugando con petardos y niños menores que él, y con un rifle de marras, un rifle de perdigones. De hecho, en aquel extraordinario acontecimiento de todos los humanos que es la salud, pingüe exhorto de nuestro metabolismo a la existencia, que por lo efímero a veces olvidamos, ahí no encontraremos las respuestas respecto al tipo de relación de Nitram y Helen. Y cuando alguien piense que el happening of a lifetime de Nitram fue abandonar a sus padres -cuando su madre le pidió cortarse el cabello- sin que hasta ese momento haya jamás sabido el hijo consentido lo que es ganarse el sustento o cocinarse y vivir por sí mismo un solo día de su vida, pum!, resulta que Helen levantará la mano contra sí misma sin saberlo cuando el enfermizo juego de Nitram de retorcer el volante de los autos en movimiento cause la muerte de ella en manos de aquel a quien heredó sus millones.
La madre verá a su hijo vestido para el funeral y no reconocerá a Nitram, pero en la raíz del retraso mental o de la demencia está -lo admitamos o no- la complicidad de quienes callaron pero también acusaron la diferencia. Y,¿alguien me puede objetar la astucia dramática que está ganando cada vez más Caleb Landry? Desde aquellos paletos y junkys de cintas de Brandon Cronenberg a la fecha, parece que me perdí de un par de retos autoimpuestos que ha alcanzado el tipo y lo aplaudo por ir, contra corriente en cierto sentido, de hollywood.
En el espejo de la locura, reflejo de la felicidad invertida a la razón de una madre protectora, del padre que consciente sin más, y de un pueblo entero burlón y despreciativo, ahí se desvanece cualquier precepto moral con qué valorar -ya ni tan siquiera juzgar- a Nitram jugando con petardos y niños menores que él, y con un rifle de marras, un rifle de perdigones. De hecho, en aquel extraordinario acontecimiento de todos los humanos que es la salud, pingüe exhorto de nuestro metabolismo a la existencia, que por lo efímero a veces olvidamos, ahí no encontraremos las respuestas respecto al tipo de relación de Nitram y Helen. Y cuando alguien piense que el happening of a lifetime de Nitram fue abandonar a sus padres -cuando su madre le pidió cortarse el cabello- sin que hasta ese momento haya jamás sabido el hijo consentido lo que es ganarse el sustento o cocinarse y vivir por sí mismo un solo día de su vida, pum!, resulta que Helen levantará la mano contra sí misma sin saberlo cuando el enfermizo juego de Nitram de retorcer el volante de los autos en movimiento cause la muerte de ella en manos de aquel a quien heredó sus millones.
La madre verá a su hijo vestido para el funeral y no reconocerá a Nitram, pero en la raíz del retraso mental o de la demencia está -lo admitamos o no- la complicidad de quienes callaron pero también acusaron la diferencia. Y,¿alguien me puede objetar la astucia dramática que está ganando cada vez más Caleb Landry? Desde aquellos paletos y junkys de cintas de Brandon Cronenberg a la fecha, parece que me perdí de un par de retos autoimpuestos que ha alcanzado el tipo y lo aplaudo por ir, contra corriente en cierto sentido, de hollywood.