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Voto de Daniel B:
10
2016
Peter Morgan (Creador), Stephen Daldry ...
7.7
14,028
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2016-2023). Basada en la exitosa obra de teatro de Peter Morgan, 'The Audience', cuenta la historia de la última reina de Inglaterra, Isabel II, y de la relación entre dos de las direcciones más famosas del mundo: el Palacio de Buckingham y el número 10 de Downing Street, con las intrigas, amores y maquinaciones detrás de los eventos que forjaron la segunda mitad del siglo XX. Dos casas, dos cortes, una corona. Cada ... [+]
20 de noviembre de 2020
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reseña de la Temporada 5 abajo en Zona spoiler
Temporada 4
Esta temporada está dominada por la presencia en la política británica de Margaret Thatcher como Primera Ministra y de Lady Diana Spencer como consorte del Príncipe Carlos.
Los capítulos siguen manteniendo una relativa independencia, centrándose cada uno en algún evento histórico y a veces familiar pero nunca olvidando la dimensión política. Los diálogos afilados y concisos, a veces de una dureza extrema, los gestos, siguen maravillando al espectador. La puesta en escena continúa siendo deslumbrante, con algunas innovaciones formales que no conviene revelar.
Las historias de la familia real están más presentes que en la T3, pero siempre atravesadas por la razón de Estado, manteniendo con esa amalgama casi indisoluble (en la realidad y en la ficción) una de las mayores virtudes de la serie y su visión de la monarquía.
Sabemos que dentro The Crown, las audiencias de la Reina con sus Primeros Ministros son un tópico aparte y constituyen siempre momentos culminantes. Y cabe decir que los que mantienen Isabel II y Thatcher son antológicos.
La composición de la Dama de Hierro que hace Gillian Anderson es algo discutible: por momentos, bordea la caricatura y parecería que la serie no terminara de definir una imagen del personaje, desde qué punto de vista se ubica para pintarlo. De todos modos, logra momentos conmovedores (debemos admitir que es cierto que hasta los monstruos tienen rincones entrañables) y los guionistas no se lavan las manos respecto de su nefasta política neoconservadora (aunque sin abundar mucho en ella) y dejan bien clara su precursora postura meritocrática. Considero que la trascendencia que la serie le da a la Guerra de Malvinas, es la que le dieron los británicos en su momento.
En cuanto a la descripción de la relación de Carlos (un excelente Josh O'Connor) con Lady Di es sorprendentemente franca. Emma Corrin resulta una verdadera revelación, dotando a su personaje de muchas facetas, que van desde la ingenuidad y la fragilidad hasta lo encantador o exasperante.
Helena Bonham-Carter vuelve a lucirse como la Princesa Margarita y Olivia Colman vuelve a maravillar con su impresionante economía de recursos. Definitivamente una Reina que impone su presencia en todas las escenas.
En suma, esta temporada de The Crown mantiene su nivel de excelencia, inteligencia y profundidad (con algunos capítulos antológicos), con su siempre aceitada, nada complaciente y siempre interesante integración entre drama, política y razón de Estado, con una Olivia Colman que cautiva con su economía de recursos, con la presencia de dos personajes de primer nivel, a cargo de una Gillian Anderson que nos brinda una Margaret Thatcher a veces discutible y una Emma Corrin muy convincente como Lady Di y con una puesta en escena sofisticada y suntuosa que vuelve a asombrar, todos factores que ubican sin dudas a esta serie entre lo mejor de las ficciones contemporáneas.
Temporada 3
Al comenzar esta tercera temporada, extrañé durante unos minutos a Claire Foy (la protagonista de las dos primeras temporadas), pero Olivia Colman conquista su lugar como una Isabel II más madura en una gran y sutil actuación (y hay una escena metaficcional muy buena al respecto al comienzo del C1).
Cada capitulo constituye un virtual mediometraje, enfocándose en un evento histórico (que prefiero no detallar para que se sorprendan), ubicado sobre todo en la década del 60. Por ello cada uno tiene bastante autonomía. Antológicos los episodios con Helena Bonham Carter como la Princesa Margarita.
Como de costumbre, un magnífico diseño de producción y reconstrucción de época y las antológicas audiencias de la reina con sus primeros ministros, en particular con Harold Wilson.
Temporada 4
Esta temporada está dominada por la presencia en la política británica de Margaret Thatcher como Primera Ministra y de Lady Diana Spencer como consorte del Príncipe Carlos.
Los capítulos siguen manteniendo una relativa independencia, centrándose cada uno en algún evento histórico y a veces familiar pero nunca olvidando la dimensión política. Los diálogos afilados y concisos, a veces de una dureza extrema, los gestos, siguen maravillando al espectador. La puesta en escena continúa siendo deslumbrante, con algunas innovaciones formales que no conviene revelar.
Las historias de la familia real están más presentes que en la T3, pero siempre atravesadas por la razón de Estado, manteniendo con esa amalgama casi indisoluble (en la realidad y en la ficción) una de las mayores virtudes de la serie y su visión de la monarquía.
Sabemos que dentro The Crown, las audiencias de la Reina con sus Primeros Ministros son un tópico aparte y constituyen siempre momentos culminantes. Y cabe decir que los que mantienen Isabel II y Thatcher son antológicos.
La composición de la Dama de Hierro que hace Gillian Anderson es algo discutible: por momentos, bordea la caricatura y parecería que la serie no terminara de definir una imagen del personaje, desde qué punto de vista se ubica para pintarlo. De todos modos, logra momentos conmovedores (debemos admitir que es cierto que hasta los monstruos tienen rincones entrañables) y los guionistas no se lavan las manos respecto de su nefasta política neoconservadora (aunque sin abundar mucho en ella) y dejan bien clara su precursora postura meritocrática. Considero que la trascendencia que la serie le da a la Guerra de Malvinas, es la que le dieron los británicos en su momento.
En cuanto a la descripción de la relación de Carlos (un excelente Josh O'Connor) con Lady Di es sorprendentemente franca. Emma Corrin resulta una verdadera revelación, dotando a su personaje de muchas facetas, que van desde la ingenuidad y la fragilidad hasta lo encantador o exasperante.
Helena Bonham-Carter vuelve a lucirse como la Princesa Margarita y Olivia Colman vuelve a maravillar con su impresionante economía de recursos. Definitivamente una Reina que impone su presencia en todas las escenas.
En suma, esta temporada de The Crown mantiene su nivel de excelencia, inteligencia y profundidad (con algunos capítulos antológicos), con su siempre aceitada, nada complaciente y siempre interesante integración entre drama, política y razón de Estado, con una Olivia Colman que cautiva con su economía de recursos, con la presencia de dos personajes de primer nivel, a cargo de una Gillian Anderson que nos brinda una Margaret Thatcher a veces discutible y una Emma Corrin muy convincente como Lady Di y con una puesta en escena sofisticada y suntuosa que vuelve a asombrar, todos factores que ubican sin dudas a esta serie entre lo mejor de las ficciones contemporáneas.
Temporada 3
Al comenzar esta tercera temporada, extrañé durante unos minutos a Claire Foy (la protagonista de las dos primeras temporadas), pero Olivia Colman conquista su lugar como una Isabel II más madura en una gran y sutil actuación (y hay una escena metaficcional muy buena al respecto al comienzo del C1).
Cada capitulo constituye un virtual mediometraje, enfocándose en un evento histórico (que prefiero no detallar para que se sorprendan), ubicado sobre todo en la década del 60. Por ello cada uno tiene bastante autonomía. Antológicos los episodios con Helena Bonham Carter como la Princesa Margarita.
Como de costumbre, un magnífico diseño de producción y reconstrucción de época y las antológicas audiencias de la reina con sus primeros ministros, en particular con Harold Wilson.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sumario
Una temporada un peldaño por debajo de la cuarta, con menos política doméstica e internacional y mayor énfasis en la dinámica familiar (que también es una cuestión de Estado), con la relación entre el Príncipe Carlos y Lady Diana en el centro de la escena y una creciente rivalidad entre el Príncipe de Gales y su madre (donde se mezcla lo personal y lo político) y lo que esto significa mirado desde hoy para un heredero que debió esperar todavía 30 años más para acceder al trono.
Reseña
La quinta temporada de The Crown recorre parte de la década del 90 y le ha tocado la renovación de la plana mayor de su elenco, con el golpe que esto supone en algunos casos.
Indudablemente, el reciente fallecimiento de Isabel II le otorga un renovado interés a la serie, que desnuda que las internas entre la reina y el heredero Carlos ya eran de larga data y que la espera del Príncipe de Gales para acceder al trono debería prolongarse nada menos que 30 años más. La mezcla entre lo personal y lo político en ese conflicto está desarrollada de manera muy lograda.
La temporada está más volcada a la dinámica familiar, con la rivalidad entre Carlos y su madre (con un heredero aparentemente interesado en renovar la monarquía) y con varios capítulos dedicados a la crisis y disolución del matrimonio del príncipe con Lady Diana Spencer. Hay menos política y menos política internacional -acaso como un reflejo de la cada vez menor importancia del Reino Unido en el tablero mundial- y una presencia más notoria de la prensa y sus operaciones en torno a la familia real. Un capítulo (quizás el más florido) pega un impensado salto atrás en el tiempo relatando un hecho histórico con inesperadas consecuencias en el presente de la acción.
En cuanto al elenco, la gran Olivia Colman debe cederle el puesto a una Imelda Staunton que compone a una reina casi septuagenaria firmemente aferrada al trono y a sus privilegios y los de la familia real y a seguir manejando la vida matrimonial y afectiva de sus hijos e hijas como cuestión de Estado, aunque a veces semeje una amable abuelita; en más de una ocasión ella afirma que la corona es un “compromiso de por vida”. Dominic West asume un Príncipe Carlos con inquietudes y ambiciones y en permanente lista de espera; esta vez la Princesa Margarita recae en una exquisita Lesley Manville (que protagoniza uno de los mejores capítulos), Jonathan Pryce es un Príncipe Felipe activo en la toma de algunas decisiones políticas (la dinámica de la pareja real siempre resulta interesante y reveladora) y Olivia Williams asume el rol de Camila Parker Bowles, la eterna amante del príncipe heredero. Es de destacar la muy buena composición que hace Elizabeth Debicki de una Lady Di seductora, resuelta y melancólica, de quien seguramente se tuvo en cuenta su papel de esposa relegada en la serie The Night Manager para su elección. Esta parte del reinado de Isabel II se corresponde al mandato del conservador John Major (Jonny Lee Miller) como Primer Ministro.
En suma, una temporada quizá un peldaño por debajo de la Temporada 4, aunque con su habitual excelencia actoral, ajustados diálogos, las esperadas entrevistas privadas y oficiales donde la reina ejerce su poder y el consabido despliegue de producción. Puesto a elegir entre los capítulos de esta temporada, me quedo con el de Manville (Annus Horribilis), el titulado Pólvora y el último.
https://impresionescinefilas.wordpress.com/?s=the+crown
Una temporada un peldaño por debajo de la cuarta, con menos política doméstica e internacional y mayor énfasis en la dinámica familiar (que también es una cuestión de Estado), con la relación entre el Príncipe Carlos y Lady Diana en el centro de la escena y una creciente rivalidad entre el Príncipe de Gales y su madre (donde se mezcla lo personal y lo político) y lo que esto significa mirado desde hoy para un heredero que debió esperar todavía 30 años más para acceder al trono.
Reseña
La quinta temporada de The Crown recorre parte de la década del 90 y le ha tocado la renovación de la plana mayor de su elenco, con el golpe que esto supone en algunos casos.
Indudablemente, el reciente fallecimiento de Isabel II le otorga un renovado interés a la serie, que desnuda que las internas entre la reina y el heredero Carlos ya eran de larga data y que la espera del Príncipe de Gales para acceder al trono debería prolongarse nada menos que 30 años más. La mezcla entre lo personal y lo político en ese conflicto está desarrollada de manera muy lograda.
La temporada está más volcada a la dinámica familiar, con la rivalidad entre Carlos y su madre (con un heredero aparentemente interesado en renovar la monarquía) y con varios capítulos dedicados a la crisis y disolución del matrimonio del príncipe con Lady Diana Spencer. Hay menos política y menos política internacional -acaso como un reflejo de la cada vez menor importancia del Reino Unido en el tablero mundial- y una presencia más notoria de la prensa y sus operaciones en torno a la familia real. Un capítulo (quizás el más florido) pega un impensado salto atrás en el tiempo relatando un hecho histórico con inesperadas consecuencias en el presente de la acción.
En cuanto al elenco, la gran Olivia Colman debe cederle el puesto a una Imelda Staunton que compone a una reina casi septuagenaria firmemente aferrada al trono y a sus privilegios y los de la familia real y a seguir manejando la vida matrimonial y afectiva de sus hijos e hijas como cuestión de Estado, aunque a veces semeje una amable abuelita; en más de una ocasión ella afirma que la corona es un “compromiso de por vida”. Dominic West asume un Príncipe Carlos con inquietudes y ambiciones y en permanente lista de espera; esta vez la Princesa Margarita recae en una exquisita Lesley Manville (que protagoniza uno de los mejores capítulos), Jonathan Pryce es un Príncipe Felipe activo en la toma de algunas decisiones políticas (la dinámica de la pareja real siempre resulta interesante y reveladora) y Olivia Williams asume el rol de Camila Parker Bowles, la eterna amante del príncipe heredero. Es de destacar la muy buena composición que hace Elizabeth Debicki de una Lady Di seductora, resuelta y melancólica, de quien seguramente se tuvo en cuenta su papel de esposa relegada en la serie The Night Manager para su elección. Esta parte del reinado de Isabel II se corresponde al mandato del conservador John Major (Jonny Lee Miller) como Primer Ministro.
En suma, una temporada quizá un peldaño por debajo de la Temporada 4, aunque con su habitual excelencia actoral, ajustados diálogos, las esperadas entrevistas privadas y oficiales donde la reina ejerce su poder y el consabido despliegue de producción. Puesto a elegir entre los capítulos de esta temporada, me quedo con el de Manville (Annus Horribilis), el titulado Pólvora y el último.
https://impresionescinefilas.wordpress.com/?s=the+crown