Una vez más Meryl Streep hace gala de su extraordinario talento en la interpretación dando vida a Margaret Thatcher. La actriz ha conseguido introducirse en la piel del personaje, exhibiendo tanto la personalidad férrea de Margaret Thatcher como su trayecto profesional como primera ministra del Reino Unido y los años posteriores a su gobierno, cuando, debido a la vejez, su mente sufre deterioro. Todo ello va ocurriendo prescindiendo del desarrollo lineal de los hechos, mezclando los sucesos y mostrando las diversas facetas de la gobernanta. Sin embargo, la película puede llegar a parecer algo tediosa, ya que se insiste demasiado en la vejez de Margaret, dejando de lado otros aspectos que podrían haber tenido mayor relevancia. Aun así, la magnífica interpretación de Meryl Streep merece ser aplaudida. Otro aspecto a destacar es la original aparición de Jim Broadbent en el papel de Denis Thatcher, que, a mi juicio, da lugar a escenas interesantes y personales y, sumado a los hechos históricos, configuran una película a la vez objetiva y a la vez subjetiva y con un leve toque humorístico por parte de Jim.