Su humor, a veces agresivo, previsible y algunas veces soez, es un fiel reflejo de la demencia que vive esta sociedad la cual está perdiendo a pasos agigantados valores que teníamos inherentes a nosotros cultivados por siglos de historia. En esta película se palpa la pérdida de respeto de las nuevas generaciones cultivadas en lo mas insano de la ciudad, hacia lo que nos caracteriza como pueblo. Es un elenco de gracias tontas e irrespetuosas hacia formas de vida diferentes, e igual de válidas, en nuestro país. Gracias que por otra parte, cada vez son mas frecuentes entre los jóvenes de esta sociedad falta de valores. Mi valoración es nefasta, como digo en mi título, no creo haber visto una película peor a esta.