Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sibila de Delfos:
7
Thriller. Terror. Fantástico Thriller psicológico sobre una joven apasionada por la moda que, misteriosamente, es capaz de trasladarse a los años 60 y conocer a su ídolo, una deslumbrante aspirante a cantante. Pero el Londres de la época no es lo que parece y el tiempo parece desmoronarse con oscuras consecuencias...
3 de julio de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Última noche en el Soho tiene realmente sólo un problema serio, pero es suficiente para dejarla en el notable raspado.
Es una película que vino inflada, infladísima, antes incluso de que el público la viera. ¿Recuerdan que incluso se decía que podía estar para los Oscar, que iba a ser una de las películas de 2021, que era una obra maestra? Nos quisieron convencer de todo eso y más antes de ver realmente lo que es, y lo cierto es que la decepción es palpable. Porque sí, Última noche en el Soho es entretenida, es vibrante, es original, pero hasta ahí. Edgar Wright se ha creído que tenía en manos una joya y así nos la quisieron vender, cuando lo que tiene es un guion excesivamente enrevesado que se pasa de listo mil veces y se cree mejor de lo que es.
Mezcla de ciencia-ficción y thriller, la película quiere tener un aire a lo que era Stoker, pero sin la mala baba y el aire malsano de aquella. Por mucho que se nos quiera convencer de que, tal y como dice la protagonista en un momento, "Londres es un mal lugar", falta más mala sangre en el tono, y sobre todo sobra, como decimos, pretenciosidad y ambición. Si simplemente se hubiera centrado en entretener, el resultado hubiese sido mucho más redondo. Las expectativas son demasiado altas, y sencillamente no las cumple.
Con todo, la película tiene muchos puntos a su favor y elementos interesantes, y sobre todo tiene dos señoras actrices como protagonistas que se comen la pantalla. Por un lado, Thomasin McKenzie, que ya estuvo maravillosa en No dejes rastro y Jojo Rabbit, y se lo pasa en grande con un personaje de marcados delirios pero que cae muy bien al espectador. Y por el otro, Anya Taylor-Joy, a quien le va como anillo al dedo el estilo de Wright, y disfruta muchísimo con su chispeante cantante pin-up.
Puede que sea la película más lograda de Edgar Wright, pero su intento de asalto al Olimpo de los directores no termina de ser exitoso. Excesivamente ambiciosa.

Lo mejor: Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy, maravillosas.
Lo peor: Se pasa de rosca y se cree mejor de lo que es.
Sibila de Delfos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow