Cómo acabar con tu jefe podría pasar, si fuera todavía un poco más gamberra y grosera, por una película de los hermanos Farrelly cuando asombraron al mundo con su estilo irreverente y basto a finales de los 90 con, sobre todo, Dos tontos muy tontos y Algo pasa con Mary.
Así, la cinta de Seth Gordon, especialista en este tipo de cine, resulta una opción más que digna para pasar un rato muy entretenido y divertido delante de la pantalla. Obviamente, tampoco es una joya de la comedia, pero sería injusto reconocerle que cumple con sus objetivos y, además, lo hace con brío y algunos buenos chistes. Además, se beneficia de la química entre los tres protagonistas, especialistas absolutos del humor como son Jason Bateman, Charlie Day y Jason Sudeikis, y sobre todo de la brillantez de los tres jefes a quienes los protagonistas desean matar.
Jennifer Aniston es esa actriz infravalorada que parece que sólo se recuerda por Friends, cuando es una grandísima intérprete que ha demostrado su versatilidad en multitud de ocasiones y géneros, aunque también se haya equivocado al dedicarse durante demasiados años sin reparo a comedias románticas de cuestionable calidad. Aquí está estupenda, en una faceta poco vista en ella hasta la fecha, una casi villana que además es una depredadora sexual. Kevin Spacey, por su parte, se lo pasa estupendamente con su alocado personaje, en un género, la comedia, en el que ha podido prodigarse poco durante su carrera. Colin Farrell, un actor que tampoco ha tocado demasiado el humor, compone un personaje hilarante que merecería más minutos en pantalla, igual que el de Aniston (ambos un tanto desaprovechados, por cierto).
Correcta y con gracia.

Lo mejor: Los actores y su sano entretenimiento. Es divertida y es lo que pretende.
Lo peor: No es ninguna maravilla y hay cosas de bastante mal gusto.