Nada, no hay manera.
DC no termina de encontrar su propia fórmula del éxito, por lo menos en lo que se refiere a su intento de establecer su propio Universo.
Por alguna razón, la multinacional de los cómics tiene muy buena suerte con las adaptaciones independientes de sus personajes (los diferentes Batman, Joker), pero poca con su multiverso. Black Adam es otra oportunidad fallida de hacer algo verdaderamente memorable.
Sí, la película cumple con el propósito de entretener y de resultar espectacular con los efectos visuales, y a estas alturas Dwayne Johnson ya no tiene nada que demostrar respecto a su calidad como protagonista y héroe de acción, pero por alguna razón, Black Adam es de tan fácil consumición como olvido. No pasa la prueba de la memoria del espectador, y no parece muy probable que no aguante siquiera un segundo visionado.
Pasable, pero nada más.

Lo mejor: Entretiene.
Lo peor: No tiene nada que la haga relevante.