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Voto de Sibila de Delfos:
9
Terror. Thriller. Drama España, años 50. Montse (Macarena Gómez) ha perdido su juventud cuidando de su hermana pequeña, con la que vive en un siniestro piso del centro de Madrid. Tras la muerte de su madre, su padre (Luis Tosar) huyó cobardemente dejándolas solas. Montse padece agorafobia pero no lo sabe y se esconde de la vida, entre cuatro paredes, volviéndose cada vez más obsesiva y desequilibrada. Trabaja de costurera y el único eslabón que la une con la ... [+]
26 de diciembre de 2014
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para todos aquellos a quienes les dan alergia las palabras "cine español" pero a la vez devoran productos hollywoodienses mucho menos elaborados como Ouija, aquí llega Musarañas.
La película es el debut en el largo de Juanfer Andrés y Esteban Roel, afamados cortometrajistas y profesores de cine que tocaron ya el cielo con el premiadísimo 036. Se podría argumentar que aquella historia ya daba bastante miedo (los trámites burocráticos...), pero con Musarañas se adentran en el género de terror puro y duro lleno de tensión y suspense. No es de extrañar que Álex de la Iglesia ejerza como productor de la propuesta. Musarañas podría haber sido sin duda una película del director vasco, aunque le falta su sentido del humor negrísimo marca de la casa. Sí tiene momentos de grand guignol que aquí no cabe especificar, pero lo que sí tiene esta ópera prima fantástica es una historia que funciona a la perfección siendo lo que es, que es un cuento macabro de obsesiones, psicopatía y dolor oculto. Podría argüirse que se trata de una suerte de mezcla entre los argumentos Misery y La casa de Bernarda Alba. Es cierto. La originalidad no es el punto más fuerte de la propuesta, pero tampoco lo pretende en ningún momento. Lo que pretende es poner mal cuerpo a la platea, entretener y provocar escalofríos, y eso lo consigue de sobras y con una efectividad arrolladora. Así, Musarañas se revela como un drama de regusto y estética lorquianos al 100% (esa España negra de la posguerra, de mujeres enlutadas y encerradas en casa, de trastornos terribles nacidos en el ámbito doméstico... todo eso está presente en la película y es casi otro protagonista más de la cinta) con cubierta de terror y suspense que no escatima momentos de gore y tensión asfixiante. Una tensión a la que contribuyen los realizadores, que sin ser Amenábar en los otros sacan enorme provecho del reducido espacio del piso para hacerlo claustrofóbico, muy bien ayudados por la poderosa partitura de Joan Valent.
Hay que reconocer el estupendo trabajo de apoyo de Nadia de Santiago en ese personaje sin nombre que quizás es el menos definido de la función y que asiste impotente (o no...) al descenso en picado de su hermana hacia la negrura más absoluta, y la generosidad de Hugo Silva en un rol secundario que es catalizador de muchas cosas en la historia. Tanto uno como otro saben que han de hacerse a un lado y dejar espacio para quien es la estrella absoluta de la función. Ayudada por una caracterización maravillosa que la hace parecer mucho más mayor, ajada y amargada de lo que es ella en realidad, Macarena Gómez es dueña y señora de la pantalla desde su primera aparición rezando el rosario con de Santiago mientras cosen. Después de los primeros minutos, en los que ya se ve claramente el carácter perturbado de Montse, cabe pensar que la actriz va a caer rápidamente en la sobreactuación y el ridículo. No es así. No solo no hay ni rastro de Lola, la vecina a la que Gómez interpreta en La que se avecina, sino que la actriz borda la psicopatía del personaje, pero también su dolor y su amor por su hermana y por Carlos. Enfermizo, violento, pero amor al fin y al cabo. Todo eso está en los ojos (¡qué miradas!), los gestos (atención a su expresión corporal, algo encorvada, como temblorosa y asustada) y la peculiar voz de la actriz. Es sencillamente una interpretación monumental que debería ser reconocida con premios, premios que ya le deberían haber dado a la cordobesa (o nominaciones, al menos) por su soberbia y sorprendente presencia en Las brujas de Zugarramurdi.
Si la película no se lleva la máxima nota es dos razones además relacionadas entre sí. El final no es demasiado satisfactorio, principalmente porque el secreto que guarda Montse es evidente desde los primeros minutos de narración en el prólogo y a poco que se esté un poco atento es bastante fácil adivinarlo después también, en los momentos que comparte Gómez con un buen Luis Tosar, si es que se nos ha escapado previamente. Relacionado con ese final, una vez el pastel es descubierto por la hermana, Andrés y Roel hacen una trampa bastante evidente también que está relacionada con las dos actrices que dan vida a Montse... y hasta ahí se puede leer, pero a buen entendedor pocas palabras bastan si se ha visto la cinta. La agorafobia de la protagonista tampoco se explota como debería. Es imposible no pensar en cómo se podría haber aprovechado en esa última media hora de locura que tiene la cinta, pero finalmente queda como una parte más de la caracterización de Montse, y es una pena, porque cuando toma el protagonismo ese miedo de la protagonista salen secuencias tan explosivas como la de la primera vez que pone un pie fuera del piso.
A pesar de esos pocos defectos, Musarañas se erige como un enorme triunfo. Gran muestra de cine de género hecha aquí con muchísimo talento y con capacidad para competir con el suspense y terror extranjero. Enhorabuena.

Lo mejor: Macarena Gómez, inmensa, y lo bien que funciona la historia y cómo cumple con los objetivos que se marca.
Lo peor: El final se ve venir a kilómetros.
Sibila de Delfos
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