James McTeigue es un buen realizador, excelente cuando quiere, incluso (como en V de vendetta... aceptando que fue él quien la dirigió, y nos los hermanos Wachowski, como se rumorea), pero ni siquiera su pericia consigue que El enigma del cuervo funcione como debería.
La película tiene escenas visualmente atrayentes, cuenta con una buena fotografía gótica y una buena banda sonora, y tiene a actorazos como Brendan Coyle, Brendan Gleeson o Luke Evans (uno de los mejores y más interesantes actores de los últimos tiempos) en los personajes más interesantes de la función. Pero da igual cuanta sangre haya en pantalla (bastante más de la prevista, la verdad) o cuanto sufra el personaje de Poe por su amada secuestrada, porque la película, aunque indudablemente entretenida, resulta fría y bastante falta de interés verdadero más allá del de pasar un rato distraído (cosa muy legítima, por cierto). No existe una conexión emocional con los personajes y sus desventuras, bien por la indefinición del guión (Fields es un sujeto demasiado frío a ojos del espectador, por mucho que se esfuerce Evans por dotarlo de vida, cosa que logra con notable pericia) o bien porque el actor se equivoca en su interpretación. Y sí, hablo de John Cusack en la piel de Edgar Allan Poe, exagerado como sólo él sabe serlo de vez en cuando y a ratos pareciendo imitar a Johnny Depp en Piratas del Caribe.
Para ver y olvidar deprisa. Un entretenimiento efímero.

Lo mejor: Luke Evans, Brendan Gleeson, un breve Brendan Coyle y la sorprendente violencia del conjunto.
Lo peor: La parte emocional de la historia no engancha y John Cusack es de lo más irritante.