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Voto de Sibila de Delfos:
4
Romance. Drama. Aventuras William Ludlow (Anthony Hopkins), un coronel abandonado por su mujer, ha criado a sus tres hijos en su gran rancho de Montana, a los pies de las Montañas Rocosas. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) y una bella mujer cambiarán el destino de todos ellos para siempre. Sus hijos son el indómito Tristan (Brad Pitt), el sensato Alfred (Aidan Quinn) y Samuel (Henry Thomas), el menor, que acaba de traer al rancho a su bella prometida ... [+]
29 de septiembre de 2018
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pobre Julia Ormond. Qué mala suerte tuvo con sus dos dramones románticos de los 90, éste y El primer caballero.
Leyendas de pasión es una película preciosa, pero sólo en lo formal. Y básicamente nos referimos a la hermosísima fotografía que nos lleva a los parajes de Montana (en realidad Canadá, con sus muy cinematográficas y maravillosas provincias de Alberta y British Columbia). Las imágenes que filma Edward Zwick son de una belleza casi de museo, gracias a todo ese trabajo técnico, incluyendo vestuario y dirección artística, que realmente nos hacen pensar en los grandes dramas épico-románticos de la etapa dorada de Hollywood. Y menos mal, porque lo que es lo demás...
Sí, sin duda Leyedas de pasión hará las delicias de los más fans del género romántico, pero para los demás es una pueba de fuego. Su problema viene por dos lados. El primero es que la película es extremadamente larga. Dos horas que parecen cuatro, y el ritmo es inaguantable, especialmente en su segunda hora. Los primeros 60 minutos de metraje son los que todo el mundo conoce, los que detallan el romance a tres bandas entre Tristan y Susanna con Samuel primero y Alfred después. Pero después, y aquí viene el otro poblemón de la película, la trama se convierte en una rocambolesca sucesión de giros argumentales que, la verdad, desconciertan y en ocasiones rozan lo ridículo. Ya no sólo es que el personaje de Brad Pitt (más atractivo y "salvaje" que nunca) caiga mal, sino que el final que se da al personaje de la pobre Julia Ormond es absurdo e incongruente con lo que hemos visto de Susanna hasta la fecha. Además, la película no sabe muy bien qué quiere ser. Es un western, un drama romántico, una película bélica... así, todo mezclado en la batidora. El problema es que no hay conexión, o mejor dicho, cohesión entre sus distintas partes, y el plomizo ritmo no ayuda.
Reparto desaprovechado de estrellas, tedio, sentimentalismo de cartón piedra y unos paisajes que, ellos sí, enamoran.

Lo mejor: La fotografía, absolutamente maravillosa.
Lo peor: Es excesivamente larga y rocambolesca, y además aburre.
Sibila de Delfos
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