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Voto de Sibila de Delfos:
6
31 de julio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (¡Vaya título! casi imposible de decir correctamente) es una película encantadora que hace de su sencillez y sus buenas intenciones su mejor valor.
No es una obra maestra, y desde luego no parece posible que cambie la vida de nadie, pero sin duda es una cinta la mar de agradable y tierna que mezcla con acierto una historia de amor, una de guerra y el trasfondo literario (no siempre es fácil retratar en el cine las sociedades literarias, librerías y otras entidades dedicadas a los libros).
Como decimos, su mejor valor es su nada disimulada ternura y encanto, potenciada por unos actores muy bien escogidos. Michiel Huisman se está labrando una más que interesante carrera fuera de su Holanda natal (no se lo pierdan en La maldición de Hill House, por favor), y por allí parece también parte de la plana mayor de Downton Abbey: la veteranísima y excelente Penelope Wilton, una emotiva Jessica Brown-Findlay que tiene el personaje más interesante del relato, y por supuesto Lily James, una de las actrices de presencia más simpática en cine de los últimos años (es perfecta para este tipo de papeles de chica inocente y simpática; resulta tan encantadora como la propia película).
En definitiva,la película más británica de Mike Newell, un realizador que ha tocado todos los palos posibles, y un cuento melodramático que rezuma cariño.
Lo mejor: Su encanto y la pareja que forman James y Huisman.
Lo peor: Nada concreto, salvo que es lo que es.
No es una obra maestra, y desde luego no parece posible que cambie la vida de nadie, pero sin duda es una cinta la mar de agradable y tierna que mezcla con acierto una historia de amor, una de guerra y el trasfondo literario (no siempre es fácil retratar en el cine las sociedades literarias, librerías y otras entidades dedicadas a los libros).
Como decimos, su mejor valor es su nada disimulada ternura y encanto, potenciada por unos actores muy bien escogidos. Michiel Huisman se está labrando una más que interesante carrera fuera de su Holanda natal (no se lo pierdan en La maldición de Hill House, por favor), y por allí parece también parte de la plana mayor de Downton Abbey: la veteranísima y excelente Penelope Wilton, una emotiva Jessica Brown-Findlay que tiene el personaje más interesante del relato, y por supuesto Lily James, una de las actrices de presencia más simpática en cine de los últimos años (es perfecta para este tipo de papeles de chica inocente y simpática; resulta tan encantadora como la propia película).
En definitiva,la película más británica de Mike Newell, un realizador que ha tocado todos los palos posibles, y un cuento melodramático que rezuma cariño.
Lo mejor: Su encanto y la pareja que forman James y Huisman.
Lo peor: Nada concreto, salvo que es lo que es.