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6
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Drama
Película sobre la ex primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy (Portman), centrada en los días inmediatamente posteriores al asesinato de su marido John F. Kennedy en Dallas, el 22 de noviembre del año 1963. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2017
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿A qué género pertenece exactamente "Jackie"? ¿Al biopic intelectual? ¿Al revisionista de la mitología popular? ¿Al "drama-Chanel"? ¿Al "más allá del despacho oval"? ¿Al "mujer para la historia interpretada por actriz infravalorada"? No, no, nada de eso. ¿Importa acaso si pertenece a alguno? Normalmente es algo que no tiene la menor importancia, pero en este caso es crucial para saber qué es "Jackie", qué puede esperarse de ella y por qué es tan insatisfactoria.
"Jackie" forma parte del género de películas hechas por un cineasta "indie" que firma el gran contrato americano y rueda un guión ajeno con estrellas imponiendo las condiciones de rodaje y postproducción adecuadas para que quede muy claro que sigue siendo muy "indie". Ahora a la industria le ha dado por hacerlo : "Doce años de esclavitud", "La la land", etc.
De ahí que desprenda el aroma constante de que Noah Oppenheim escribió una cosa, más banal, y Larraín filma otra que pretende ser mucho más artística. Saltos temporales, montaje musical atípico, y una borrachera de primerísimos planos de la Portman, casi agresivos, que hace que detestemos desde su impostado acento de Nueva Inglaterra hasta la raíz de su cabello, que podemos observar sin problemas dada la distancia de foco escogida. Lo realmente malo de "Jackie" no es que al final no sepamos quién fue realmente el personaje, eso puede ser intencionado, de hecho estoy convencido de que es así. Lo malo es que al final, al principio y en medio, nos importa un rábano y ni siquiera nos desconcierta la conclusión última a la que llega la película sobre su importancia en la historia de Estados Unidos.
"Jackie" forma parte del género de películas hechas por un cineasta "indie" que firma el gran contrato americano y rueda un guión ajeno con estrellas imponiendo las condiciones de rodaje y postproducción adecuadas para que quede muy claro que sigue siendo muy "indie". Ahora a la industria le ha dado por hacerlo : "Doce años de esclavitud", "La la land", etc.
De ahí que desprenda el aroma constante de que Noah Oppenheim escribió una cosa, más banal, y Larraín filma otra que pretende ser mucho más artística. Saltos temporales, montaje musical atípico, y una borrachera de primerísimos planos de la Portman, casi agresivos, que hace que detestemos desde su impostado acento de Nueva Inglaterra hasta la raíz de su cabello, que podemos observar sin problemas dada la distancia de foco escogida. Lo realmente malo de "Jackie" no es que al final no sepamos quién fue realmente el personaje, eso puede ser intencionado, de hecho estoy convencido de que es así. Lo malo es que al final, al principio y en medio, nos importa un rábano y ni siquiera nos desconcierta la conclusión última a la que llega la película sobre su importancia en la historia de Estados Unidos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La verdad aparece finalmente y eso justifica la visión de "Jackie". Aunque de forma involuntaria. La verdad es John Hurt, que acaba de morir hace tres semanas. Actor grandioso que debido a su físico frágil y a su forma tan poco grandilocuente de actuar jamás obtuvo la fama ni los contratos de otros compatriotas que se forraron encarnando a malvados en películas tan caras como pésimas, aquí ofrece una masterclass inolvidable, llena de genio discreto y luminoso, llena de verdad.
Todas las frases que recordamos de esta película son de su personaje, pero no porque sean más memorables sino porque las dice él: "Hoy no he venido para enterrarla a usted". "¿Confesión? ¿Acaso tiene algo de lo que arrepentirse?". "Cuando se cumple una edad, uno se da cuenta de que las preguntas no tienen respuestas". Él sí comprende lo que dice, él sí le da sentido a su texto, el sentido que tienen las palabras que pronuncia y no otro, porque todas las palabras del mundo, hasta las más torpemente escritas, son hermosas.
En cine, actuar no es imitar un acento ni estar un año durmiendo en la misma cama que la persona real que se interpreta, en cine actuar es mirar. John Hurt se ha ido después de una vida entera mirándonos, desde que mi generación lo descubrió como Calígula en "Yo, Claudio"; luego le estalló el vientre en "Alien", fue "El hombre elefante" y muchas cosas más que apenas recordamos porque siempre nos miró en segundo plano, con esa modestia tan característica suya. Si usted pertenece a esa generación, debe ver "Jackie". Gracias a que Pablo Larraín encuadra los primeros planos de Natalie Portman tan cerca que veamos hasta los surcos que dejan sus lágrimas, los contraplanos de John Hurt nos permiten observarlo como nunca lo habíamos visto antes. Vea "Jackie" y verá la verdad de la interpretación. Verá a John Hurt, por fin. Así que vaya y compre la entrada. Se lo debemos.
Todas las frases que recordamos de esta película son de su personaje, pero no porque sean más memorables sino porque las dice él: "Hoy no he venido para enterrarla a usted". "¿Confesión? ¿Acaso tiene algo de lo que arrepentirse?". "Cuando se cumple una edad, uno se da cuenta de que las preguntas no tienen respuestas". Él sí comprende lo que dice, él sí le da sentido a su texto, el sentido que tienen las palabras que pronuncia y no otro, porque todas las palabras del mundo, hasta las más torpemente escritas, son hermosas.
En cine, actuar no es imitar un acento ni estar un año durmiendo en la misma cama que la persona real que se interpreta, en cine actuar es mirar. John Hurt se ha ido después de una vida entera mirándonos, desde que mi generación lo descubrió como Calígula en "Yo, Claudio"; luego le estalló el vientre en "Alien", fue "El hombre elefante" y muchas cosas más que apenas recordamos porque siempre nos miró en segundo plano, con esa modestia tan característica suya. Si usted pertenece a esa generación, debe ver "Jackie". Gracias a que Pablo Larraín encuadra los primeros planos de Natalie Portman tan cerca que veamos hasta los surcos que dejan sus lágrimas, los contraplanos de John Hurt nos permiten observarlo como nunca lo habíamos visto antes. Vea "Jackie" y verá la verdad de la interpretación. Verá a John Hurt, por fin. Así que vaya y compre la entrada. Se lo debemos.