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Voto de Tombol:
3,122
Drama
Un anciano matrimonio reúne a cuatro de sus hijos, ya independizados, para comunicarles que están arruinados y los van a desahuciar en un plazo muy breve. Los hijos deciden entonces repartirse a sus padres: uno se queda con la madre y otro con el padre, lo que supone un duro golpe para los ancianos, ya que han vivido juntos toda la vida. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2023
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Ya en 1937 Leo McCarey fue capaz de visionar el futuro, un futuro que ya debía ser presente entonces. Es ahí donde encuentro el mayor mérito de esta película, en su capacidad de mostrar una nocividad que seguramente estaba ya más que en ciernes, estaba latente, pero joven aun.
Hoy día las residencias de ancianos, el abandono de los mayores, es ya un clásico instalado en nuestra vida cotidiana. Se ha asumido con normalidad, con naturalidad, incluso con complacencia. Y es que nuestro maravilloso modo de vida ha abocado a los seres humanos inservibles como mano de obra al soterramiento más penoso.
"Dejad paso al mañana" nos muestra una cotidianeidad que podríamos contemplar hoy día mismamente, los tics de esas relaciones entre padres e hijos ya con edad no han perdido vigencia. Es por eso que la película básicamente se mantiene fresca, se mantiene joven. Y toca una sensibilidad que, aunque hoy día está medio adormecida, se despierta para recordarnos quién somos.
La película te permite conectar con la belleza de esos seres ya envejecidos, pero todavía vivos, todavía despiertos. Es esa belleza la que retrata la ruindad de quienes les rodean. Doloroso retrato de nuestra sociedad más moderna.
No se puede culpar a los hijos de buscar "deshacerse" de los padres. Nuestro sistema de vida es lo que ha llevado a que todo el mundo esté ocupado, no puede renunciar a nada, tiene que salvar su matrimonio u otras cosas. Pero al menos no encumbremos el mundo moderno que sostenemos y aplaudimos, este mundo y aquel abandono son lo mismo, los efectos colaterales de vivir como vivimos tienen peso, aunque solamos preferir dar la espalda a ese tipo de realidades.
"Dejad paso al mañana" otorga dignidad a la vejez; nos enseña la doble cara del ser humano occidental (el que conocemos los occidentales); te muestra sin necesidad de cargar las tintas; se centra en lo esencial, sin necesidad de tirar de ñoñerías ni de sentimentalismos facilones; te cuenta desde lo cotidiano, lo conocido, lo básico.
Cine sencillo, nada espectacular, sin mugres ni barbaridades explicitas, con su propio encanto. Un 7,8.
Con los pies junto al brasero
cruzan hilos tu regazo
son las bromas de tus hijos
son sus canas su embarazo.
Es la tierra quién te llama
piel rugosa, voz quebrada,
es tu aliento un alivio
despertar cada mañana.
Hoy día las residencias de ancianos, el abandono de los mayores, es ya un clásico instalado en nuestra vida cotidiana. Se ha asumido con normalidad, con naturalidad, incluso con complacencia. Y es que nuestro maravilloso modo de vida ha abocado a los seres humanos inservibles como mano de obra al soterramiento más penoso.
"Dejad paso al mañana" nos muestra una cotidianeidad que podríamos contemplar hoy día mismamente, los tics de esas relaciones entre padres e hijos ya con edad no han perdido vigencia. Es por eso que la película básicamente se mantiene fresca, se mantiene joven. Y toca una sensibilidad que, aunque hoy día está medio adormecida, se despierta para recordarnos quién somos.
La película te permite conectar con la belleza de esos seres ya envejecidos, pero todavía vivos, todavía despiertos. Es esa belleza la que retrata la ruindad de quienes les rodean. Doloroso retrato de nuestra sociedad más moderna.
No se puede culpar a los hijos de buscar "deshacerse" de los padres. Nuestro sistema de vida es lo que ha llevado a que todo el mundo esté ocupado, no puede renunciar a nada, tiene que salvar su matrimonio u otras cosas. Pero al menos no encumbremos el mundo moderno que sostenemos y aplaudimos, este mundo y aquel abandono son lo mismo, los efectos colaterales de vivir como vivimos tienen peso, aunque solamos preferir dar la espalda a ese tipo de realidades.
"Dejad paso al mañana" otorga dignidad a la vejez; nos enseña la doble cara del ser humano occidental (el que conocemos los occidentales); te muestra sin necesidad de cargar las tintas; se centra en lo esencial, sin necesidad de tirar de ñoñerías ni de sentimentalismos facilones; te cuenta desde lo cotidiano, lo conocido, lo básico.
Cine sencillo, nada espectacular, sin mugres ni barbaridades explicitas, con su propio encanto. Un 7,8.
Con los pies junto al brasero
cruzan hilos tu regazo
son las bromas de tus hijos
son sus canas su embarazo.
Es la tierra quién te llama
piel rugosa, voz quebrada,
es tu aliento un alivio
despertar cada mañana.
