Película necesaria para aquellos que buscamos evasión sin complejos.

La estructura es similar a la de John Wick, solo que modificándola lo suficiente como para que no parezca un plagio. Aquí, el detonante no es precisamente el perro como en el caso de John Wick, que desencadena la venganza de un ejército de un solo hombre, sino una amable maestra jubilada a la que roban unos ciberdelincuentes.

En lugar de la hermandad, están los beekeepers, que no son asesinos, sino agentes secretos por encima de la ley a los que se llama cuando se necesitan cauces alternativos de resolución.

Quizás, en mi opinión, falla el adorno del concepto de las colmenas y abejas. ¿Por qué están obsesionados sus agentes con las abejas? Bueno, supongo que lo están todos, y no solo el protagonista, ya que de la agencia se sabe "lo justo" como para entender que son un peligro.

La acción, las coreografías, funcionan perfectamente.

Como película de acción, quizás incluso podría darle una nota más alta, ya que creo que es incluso mejor que la primera de John Wick.