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Voto de Izeta:
8
9 de marzo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
!Aaahhh, la censura!. !La maldita censura!.
Esta película no estaría tan oculta si no se hubiera visto obligada a replegarse tanto tras los velos y las cortinillas que determinadas prohibiciones hacían imposible poner sobre el tapete sin tapujos.
Spoiler, spoiler, spoiler.
Esta película no estaría tan oculta si no se hubiera visto obligada a replegarse tanto tras los velos y las cortinillas que determinadas prohibiciones hacían imposible poner sobre el tapete sin tapujos.
Spoiler, spoiler, spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Asesinos en serie el cine nos los ha mostrado a millares, la mayor parte de las veces hombres pero también ha habido casos en la vida real de mujeres y ¿no es curioso que el cine apenas lo haya reflejado?.
Y mucho menos de esta forma tan ambigua, tan incómoda para el espectador que se va a ver emplazado a tomar partido, casi a mojarse por lo que está sucediendo, el director parece querernos decir, !Ahí lo tenéis!. Una víctima victimaria, justo lo contrario de lo que el cine de la época y aun de nuestros días, suele presentar.
Normalmente en las pelis de serial killers, el espectador nunca va a identificarse con el asesino. Eso ocurre pocas veces y de hacerlo, seguramente siempre va a tener al lado a otro actor que encarne otros valores con los cuales el espectador se sienta más cómodo.
Pero aquí no.
En esta película Confort va a hacer que nuestras simpatías vayan, en un principio, hacia la protagonista que no es una heroína pero sí claramente una víctima de una sociedad pacata, hipócrita, puritana y opresora que prefiere expulsar, lapidar o poner un burka, a la mujer marcada, objeto sexual, receptáculo lascivo de los pensamientos de los hombres en aras de salvaguardar la paz de sus mujeres.
Esta sexualidad de la mujer, consciente o no, siempre ha sido negada, frenada, mutilada y hasta ellas mismas han tenido que negarla, maldecirla, ocultarla...porque, si no, eran unas malas chicas.
Por eso a esta chica eso no se lo perdonan. El mal existe dentro de ella. Un mal que consiste en despertar anhelos prohibidos en los hombres e incluso en ella misma.
Y observen cómo Confort nos va llevando poco a poco, de nuestra simpatía inicial por la víctima, a una situación de franca incomodidad cuando a pesar de percibir los claros abusos que esta chica ha sufrido toda su vida, nos empezamos a dar cuenta de que un claro trastorno asoma en ella.
La muchacha tímida, apocada y atormentada empieza a desarrollar una conducta enfermiza. Ya no sólo se defiende de los ataques justificados (el feriante), sino que también comienza a atacar a los hombres por los que se siente atraída.
Eso ya no nos gusta verlo porque nos obliga a posicionarnos frente a una situación difícil. No podemos justificarla tan fácil como antes, comenzamos a dudar y tampoco nos ayuda el que los demás personajes de la cinta nos resulten antipáticos (su empleadora, aunque resulte tener razón, es odiosa en su rigidez y tampoco nos agradan los avances de los diferentes hombres que se acercan a ella sólo buscando sexo).
Todo esto parece querer concluir con que la asesina es producto de la sociedad y !concho!, eso también podría ser discutible. Alguna responsabilidad tendrá también cada uno ¿no?.
La intriga está muy bien llevada en una atmósfera de cierto estilo gótico, la iglesia, el órgano, la noche, la feria, la granja, el perro aullador...
Desde luego, para tratarse de una cinta B la propuesta es de lo más curiosa y perturbadora. No es una cinta desdeñable ni mucho menos. A mí me ha sorprendido mucho.
Y mucho menos de esta forma tan ambigua, tan incómoda para el espectador que se va a ver emplazado a tomar partido, casi a mojarse por lo que está sucediendo, el director parece querernos decir, !Ahí lo tenéis!. Una víctima victimaria, justo lo contrario de lo que el cine de la época y aun de nuestros días, suele presentar.
Normalmente en las pelis de serial killers, el espectador nunca va a identificarse con el asesino. Eso ocurre pocas veces y de hacerlo, seguramente siempre va a tener al lado a otro actor que encarne otros valores con los cuales el espectador se sienta más cómodo.
Pero aquí no.
En esta película Confort va a hacer que nuestras simpatías vayan, en un principio, hacia la protagonista que no es una heroína pero sí claramente una víctima de una sociedad pacata, hipócrita, puritana y opresora que prefiere expulsar, lapidar o poner un burka, a la mujer marcada, objeto sexual, receptáculo lascivo de los pensamientos de los hombres en aras de salvaguardar la paz de sus mujeres.
Esta sexualidad de la mujer, consciente o no, siempre ha sido negada, frenada, mutilada y hasta ellas mismas han tenido que negarla, maldecirla, ocultarla...porque, si no, eran unas malas chicas.
Por eso a esta chica eso no se lo perdonan. El mal existe dentro de ella. Un mal que consiste en despertar anhelos prohibidos en los hombres e incluso en ella misma.
Y observen cómo Confort nos va llevando poco a poco, de nuestra simpatía inicial por la víctima, a una situación de franca incomodidad cuando a pesar de percibir los claros abusos que esta chica ha sufrido toda su vida, nos empezamos a dar cuenta de que un claro trastorno asoma en ella.
La muchacha tímida, apocada y atormentada empieza a desarrollar una conducta enfermiza. Ya no sólo se defiende de los ataques justificados (el feriante), sino que también comienza a atacar a los hombres por los que se siente atraída.
Eso ya no nos gusta verlo porque nos obliga a posicionarnos frente a una situación difícil. No podemos justificarla tan fácil como antes, comenzamos a dudar y tampoco nos ayuda el que los demás personajes de la cinta nos resulten antipáticos (su empleadora, aunque resulte tener razón, es odiosa en su rigidez y tampoco nos agradan los avances de los diferentes hombres que se acercan a ella sólo buscando sexo).
Todo esto parece querer concluir con que la asesina es producto de la sociedad y !concho!, eso también podría ser discutible. Alguna responsabilidad tendrá también cada uno ¿no?.
La intriga está muy bien llevada en una atmósfera de cierto estilo gótico, la iglesia, el órgano, la noche, la feria, la granja, el perro aullador...
Desde luego, para tratarse de una cinta B la propuesta es de lo más curiosa y perturbadora. No es una cinta desdeñable ni mucho menos. A mí me ha sorprendido mucho.