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Colombia Colombia · Bogotá
Voto de PierPuccini:
7
Drama. Thriller Han pasado 20 años desde que Mark Renton abandonara Escocia, y la heroína. Ahora, Renton vuelve a su Edimburgo natal con el objetivo de rehacer su vida y reencontrarse con sus amigos de toda la vida: David "Spud" Murphy, y Simon "Sick Boy" Williamson; al mismo tiempo que Francis "Franco" Begbie sale de la prisión con sed de venganza.... Secuela de 'Trainspotting' (1996), basada en 'Porno', la siguiente novela de Irvine Welsh. (FILMAFFINITY) [+]
21 de abril de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esa sentenciosa frase, Simon “Sick Boy” Williamson asume una posición crítica frente a su amigo Mark Renton, a su desaforada nostalgia, a su obsesión por volver al pasado como método expiativo para la traición que preparó y concretó veinte años antes de ese momento. El adusto Sick Boy parece también dirigirse todos los que nos encontramos en aquel momento, como Renton, tratando fútilmente de revivir aquel glorioso pasado de desenfreno y de lujuria por la vida de 1996, sin percatarnos hasta ese momento, de que esta es una historia diferente.

Aquella amarga manifestación sobre el paso del tiempo se cierne sobre mi mente, y se traslada ahora a otras áreas. De repente, me incomoda la butaca del cine, siento dolor en el cuello y la región lumbar, y me asalta un sinsabor tan propio como el de los personajes que estoy viendo en pantalla, aquellos que en la cinta original pasaron a ser hitos de la cultura popular por su temeridad y cinismo adolescente, ufanándose de su rechazo al consumismo y a las convenciones de su época; ahora solo son sombras. Sus cuerpos ya no aguantan el consumo y abuso del lubricante social de su predilección: la heroína; y en su mente, aunque deseen mejorar, entienden que han sido dejados al margen, como un indeseable residuo de la elitización residencial de Edimburgo, y específicamente del suburbio de Leith. No hay más alternativas que las de ingresar en ese aburguesamiento progresivo, o continuar como un grupo de perdedores por los años de vida que les restan.
Si la Trainspotting original escarbaba sin pudor ni reproches moralistas por ese universo pueril, nihilista y pendenciero de las drogas y sus consumidores, viéndose a sí mismos como estrellas de rock cada vez que el skag llegaba a sus venas (no en vano, en su corta pero trascendental estadía en Londres, la pandilla recrea el famoso cruce de la portada de Abbey Road) La nueva cinta no está exenta de momentos álgidos comparables a aquellos, con la diferencia fundamental de que lo que les sigue no es solo la cruda muestra del síndrome de abstinencia y las ganas irrefrenables de seguir consumiendo, sino constantes reflexiones sobre la masculinidad, la paternidad; la huella del tiempo en la amistad, la familia; la importancia de las decisiones que tomaron y ahora han de tomar para sobrevivir en un mundo que ya se olvidó de ellos y de sus ínfulas de voces de su generación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
PierPuccini
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