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Mauricio (Isla) Mauricio (Isla) · Vheissu
Voto de Jean Ra:
4
Bélico. Drama. Acción El sargento Tom Highway, veterano de las guerras de Vietnam y Corea, vuelve a los Estados Unidos para llevar a cabo una misión nada fácil: instruir a un grupo de novatos desmotivados e indisciplinados para convertirlos en auténticos marines. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2018
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien hay que reconocer (por lo obvia de la cuestión) que se trata de una ficción propagandística, en la que se exalta el enorme valor de los marines y otras regalías habituales en este tipo de productos, creo que con esta obra, por encima de todo, Eastwood se interesa en exaltar valores conservadores.

Su noción del ejército es visto con un punto gamberro, lleno de frases chocarreras y actitudes burlonas, pero parece más enfocado a criticar cierta pérdida de valores en ese cuerpo respecto a épocas anteriores, idea que Higway viene a encarnar a mayor gloria y lucimiento del señor Bosque del Este. Una de las anodinas subtramas, el enfrentamiento entre el personaje de Eastwood y su superior, está enfocado no sólo a resaltar la potencia del protagonista, si no también a confrontar la posición jerárquica contra el liderazgo natural. Al principio, sin ahorrar en trazo grueso y exageraciones, vemos como tanto los reclutas como otros mandos parecen desconfiar o directamente despreciar al buen sargento. No obstante, su contundencia, su justicia, así como cierta apertura a la relación horizontal terminan transformando las mentes de aquellos a los que quiere ganar, de forma que al final no lo respetan tanto por su graduación como por sus dotes de mando. Demuestra ser un indudable macho alfa que se ha ganado su lugar dentro de la manada. En sus enfrentamientos con sus superiores, en el plano moral, él siempre queda por encima de ellos, por lo tanto, ya sólo con eso, resulta injusto afirmar que la película es una exaltación del ejército, entidad jerárquica por antonomasia.

Otra de las razones por la que se termina aceptando el liderazgo del sargento es porque demuestra que su visión del mundo es la correcta. La visión conservadora nos dice que el mundo es un lugar terrible y que quienes nos aleccionan deben ser duros con nosotros para que así podamos aguantar contra los golpes que sin duda nos llegarán. Prueba de eso es una de las frases que recita en algún momento de la película: "si mañana se declarara una guerra tendría que enterrar a la mitad". Mediante sus sorprendentes maniobras, como dispararles a traición, les demuestra que son personas que han aceptado el pacto de introducirse en situaciones de enorme peligro, las cuales difícilmente podrán prevenir con la debida antelación.

Por lo tanto, al final de la cinta, es obvio que acepten con tanto agrado las vejaciones y demás muestras de autoritarismo, porque ya se han zambullido dentro de la ideología de su líder.

Todo lo anterior, por más que se oponga a mi visión personal del mundo, no sería motivo suficiente para considerarla como una película regular. Lo que más me desagrada de todo el conjunto es que, por ejemplo, el guión es una gran estupidez sin demasiado sentido y que de no ser por sus rimbombantes frases no habría cosechado tan gran aceptación. Su visión del héroe cansado me resulta tópica y de plástico. Las subtramas añadidas, como la del recluta rockero o la ex esposa, no hacen otra cosa que despertarme grandes bostezos. En el fondo el guión lo único que hace es seguir la típica fórmula que Howard Hawks para westerns y películas de aventuras a lo "Hatari" y por eso tenemos que sufrir esos añadidos de comedia, aventura y romance sin que éstos gocen de la misma dimensión y elaboración que la parte central, la del adiestramiento.

Aún y con ésas podría considerar el aceptar a "El sargento de hierro" como pasable. Pero viene el acto final, un conflicto sacado de la manga para que los soldados tengan su bautismo de fuego, y ahí sí que siento que todo descarrila, chirría y me parece repelente la forma de mostrar la invasión de Granada, otra prueba más del psicótico imperialismo norteamericano, que la película justifica como una simple operación de rescate y que se desarrolla de forma maniquea y sin sustancia. La invasión a Granada tan sólo duró cuatro días y para el ejército norteamericano fue poco más que un paseo, un auto-homenaje, que se dieron por las buenas, por lo tanto no tendría sentido crear una gran tragedia con ese marco histórico, pero tampoco le encuentro justificación alguna a rodar algo que antes parece una partida de paintball que no una escena bélica. Eso sin contar la equidistancia que se muestra en relación al terrible hecho de una invasión a un pequeño país extranjero por parte de una enorme potencia mundial. Ni una explicación a ese respecto. Para mí que ni lo consideraron necesario.

En fin, que no descubriré América si digo que lo único que mola en la película es ver al sargento repartiendo vaciles y puñetazos verbales y físicos a diestro y siniestro. Lo demás, chatarra del montón. Qué pena que no se haya hecho una especie de spin-off con el gran duelo del siglo: En una esquina el susodicho Highway y en la contraria el sargento Hartman de la "Chaqueta metálica" de Kubrick. A ver quién revienta la cabeza a su oponente con la frase más salvaje y pasada de rosca. Seguro que sería una frase que incluye algo relacionado con las madre del otro, el culo del otro y algún objeto contundente.
Jean Ra
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