Una nueva e innecesaria versión de un clásico de la ciencia ficción cinematográfica. Sin duda de las 3 versiones (las anteriores son la película original de Don Siegel de 1958, La invasión de los ladrones de cuerpos; y La invasión de los ultracuerpos, mi favorita) esta es la más floja con diferencia, a pesar de ser, o debido a que se trata de una película concebida para convertirse en un éxito de taquilla, confiado en el gran tirón de taquilla de sus protagonistas. El fallo fundamental de esta "invasión" es que en ningún momento da sensación real de miedo, de ese miedo psicológico que se apodera del espectador en las anteriores versiones, y todo lo más que llega a transmitir es la angustia de una madre por recuperar a su hijo, una muy solvente Nicole Kidman en su papel que es lo mejor de la película con diferencia. La trama argumental es pobre de solemnidad, con un guión que comienza y acaba la historia de una manera demasiado abrupta. Los secundarios son irrelevantes y Daniel Craig parece no mucho más que un objeto decorativo.
Inesperadamente, y a pesar de la decepción por lo que han hecho con una historia que podía y debía haber dado mucho más de sí, la película consiguió entreterme, lo que ya es mucho para como está el cine últimamente.